OCDE pide a las empresas que intensifiquen su lucha contra la corrupción
Las empresas deben poner en práctica estrictos controles internos y establecer la ética y el cumplimiento de los programas como parte de una estrategia para combatir el soborno en las transacciones comerciales internacionales, de acuerdo con una nueva orientación acordada por los 38 países que son parte de la Convención contra el Soborno de la OCDE. Desde marzo de 2010, el Grupo de Trabajo de la institución - compuesto por representantes de estas 38 naciones - supervisará los progresos de los países en el fomento de sus empresas para aplicar la Guía de Buenas Prácticas en los controles internos, la Ética y el Cumplimiento.
"Muy pocas empresas son conscientes de lo perjudicial que son para su negocio, su industria y la economía mundial los sobornos en el extranjero. El soborno distorsiona la capacidad de todo el mundo para competir en un mercado global ", dijo el Secretario General de la OCDE, Angel Gurría. "Esta es la guía más completa jamás presentada a las empresas y las organizaciones empresariales por una organización internacional sobre esta cuestión y marca otro paso adelante en la lucha contra la corrupción".
En concreto, la guía de buenas prácticas pide a las empresas a:
• Adoptar una política clara y visible contra el soborno que sea fuertemente apoyada por la alta dirección;
• Inculcar un sentido de responsabilidad para el cumplimiento de las políticas en todos los niveles de la empresa, así como el cumplimiento de las estructuras independientes;
• Mantener una comunicación regular y la formación sobre sobornos en el extranjero para todos los empleados, así como con socios de negocios,
• Fomentar la observancia de las medidas contra el soborno de cumplimiento, y procedimientos disciplinarios para atender sus violaciónes.
La Guía también recomienda que las organizaciones empresariales desempeñen un papel de liderazgo en el suministro de información, asesoramiento y formación a empresas, especialmente pequeñas y medianas, sobre cómo protegerse contra el riesgo de sobornos en el extranjero.