Primer aporte para fondo global para evitar la explotación petrolera

22.04.2011 | América Latina

AVINA otorgó US$ 100.000 a la Iniciativa Yasuní-ITT, fideicomiso suscrito entre el gobierno del Ecuador y el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). De esa manera, AVINA se convierte en la primera organización no gubernamental en apoyar esta propuesta que busca evitar la explotación de petróleo en el Parque Nacional Yasuní, una de las áreas de mayor biodiversidad del mundo.


El fideicomiso, suscrito en agosto de 2010, acoge la propuesta del gobierno ecuatoriano de abstenerse de explotar las reservas de crudo en el campo Ishpingo-Tambococha-Tiputini (ITT), a cambio de una compensación por parte de los países desarrollados de por lo menos US$ 3.500 millones, para ser utilizados en los próximos 13 años en programas de desarrollo social y sostenible en la zona.

La iniciativa coincide con la estrategia de AVINA de conservación del Bioma Amazónico, la cual busca incentivar una nueva economía ambiental para prevenir la deforestación a gran escala de los bosques, contribución principal de América Latina al cambio climático. La estrategia Amazónica de AVINA también aboga por una adecuada calidad de vida para las comunidades y pueblos allí asentados.

Sean Mckaughan, CEO de Fundación AVINA, señala: “Consideramos que esta es una propuesta extremadamente innovadora puesto que concede la misma importancia en términos económicos a la conservación y a la exploración. El mundo de hoy necesita experimentar con nuevos paradigmas y ojalá la iniciativa Yasuní-ITT pueda convertirse en un referente global y en un modelo a seguir por otros países en desarrollo cuando las situaciones se asemejen”.

Por su parte, la Ministra Coordinadora de Patrimonio de Ecuador, Dra. María Fernanda Espinosa Garcés, dijo: “Con profunda satisfacción y alegría hemos recibido la comunicación sobre el aporte de Fundación AVINA al fondo de la Iniciativa Yasuní. La contribución de AVINA es la primera de su género, al tratarse de una organización no gubernamental internacional que respalda la Iniciativa Yasuní-ITT. Este gesto solidario y desinteresado es una muestra del apoyo que quisiéramos lograr de la Sociedad Civil”.

La eventual explotación y posterior utilización como combustible de los 846 millones de barriles de petróleo en el campo ITT, contribuiría significativamente a incrementar los efectos del cambio climático, por la liberación de 407 millones de toneladas métricas de dióxido de carbono a la atmósfera.

Además, la región del Parque Yasuní es el territorio ancestral de varios pueblos indígenas como los Kichwa, los Waorani, los Tagaeri y los Taromenani, estos dos últimos en aislamiento voluntario. La explotación petrolera acabaría con los medios de vida de estos pueblos cuyo derecho a estas tierras se remonta a miles de años y constituiría un delito contra la ley internacional que protege los derechos de los pueblos nativos.