El financiamiento se materializa a través de un préstamo por hasta la suma de 19 millones de pesos (equivalente aproximadamente a U$S 6 millones, comprometiendo 50% de dicho monto Santander Río, y el 50% restante el Banco de la Ciudad de Buenos Aires) a favor de Ecoayres Argentina S.A. ("Ecoayres"), a un plazo de 5 años (con 2 años de desembolsos, 1 de gracia y 2 de repago).

El proyecto a financiar implica la recuperación y eliminación de gas metano, producto de la extracción y quemado de los gases generados por la descomposición anaeróbica de los residuos sólidos urbanos, dispuestos en uno de los módulos del relleno sanitario de la Coordinación Ecológica Area Metropolitana Sociedad del Estado (CEAMSE). Este relleno actualmente recibe la totalidad de los residuos generados en la Ciudad de Buenos Aires y parte de los suburbios aledaños.

El gran diferencial de este proyecto consiste en que a través de operaciones de este tipo, países en vías de desarrollo como el nuestro se benefician con mejoras en su medio ambiente, financiadas por países desarrollados.
La operación se desarrolla bajo el Mecanismo de Desarrollo Limpio (CDM) del Protocolo de Kyoto, de la Convención Marco sobre el Cambio Climático de las Naciones Unidas. Los proyectos CDM producen certificados de reducción de emisiones (CERs por sus siglas en inglés), comúnmente llamados bonos de carbono (o bonos verdes), que pueden ser negociados y utilizados para cumplir con las obligaciones de reducción de emisiones a las que se obligaron los países desarrollados (básicamente, países de Europa y Canadá, Japón y Australia) que ratificaron el Protocolo de Kyoto.

Estas reducciones pueden ser alcanzadas mediante la comercialización de los bonos de carbono obtenidos en proyectos CDM realizados en otros países que ratificaron el protocolo de Kyoto (básicamente , los países en vías de desarrollo).
Como parte de la transacción, Ecoayres suscribió con Gestión de Actividades Tecnológicas S.A., una empresa del Grupo Santander de España, un contrato de compraventa de los bonos de carbono (ERPA por sus siglas en inglés) que resulten del proyecto antes del año 2013.

Esta transacción es una de las primeras de esta clase realizadas en la Argentina, estimándose que en los próximos años se multiplicará la cantidad de financiamientos respaldados con bonos verdes, y que también crecerá el desarrollo de este mercado en la Argentina y otros países de Latinoamérica donde los costos para reducir emisiones contaminantes son considerablemente menores al de otras regiones.
El veloz desarrollo del mercado de los bonos de carbono provee un sólido incentivo económico para empresas argentinas que deseen emprender inversiones en proyectos CDM.