Según el estudio, aproximadamente 4,5 millones de niños y niñas, la mayoría de sectores vulnerables, se alimentan en la escuela. Al mismo tiempo, un 40% de los niños en edad escolar sufren sobrepeso. Por eso destaca que es clave garantizar la oferta de comidas de calidad en las escuelas.

“La gestión de los comedores escolares es muy heterogénea. En 9 de las 19 provincias estudiadas predomina el modelo de gestión escolar, que deposita en las escuelas la compra de los insumos y en la mayoría de los casos depende de los directores. En el modelo de gestión provincial, en cambio, la administración central licita y controla el servicio, que queda en manos de empresas según diversos esquemas de tercerización. Por su parte, el modelo de gestión municipal exige ciertas capacidades de gestión de los municipios y un fuerte control del gobierno provincial.”, sostiene la investigación. 

“Las ventajas de cada modelo dependen de diversas variables, como los recursos disponibles, la cantidad de proveedores, las características demográficas o las capacidades técnicas de las administraciones”, indicó Cecilia Veleda, investigadora principal de CIPPEC. Además, explicó que es importante que en el modelo de gestión escolar la responsabilidad no recaiga exclusivamente sobre el director. Entre otras recomendaciones, el documento de CIPPEC propone garantizar los recursos necesarios.

“Para ello, es necesario incluir en el presupuesto anual las partidas para cubrir todos los componentes del servicio y garantizar que sean transferidas a tiempo”, indicó Fabián Repetto, director del Programa de Protección Social de CIPPEC. 

La publicación propone definir una norma que regule los principales aspectos del servicio: el rol de los administradores gubernamentales, los suministradores del servicio y las escuelas. Al mismo tiempo, sugiere fortalecer y mejorar la coordinación entre sectores y niveles de gobierno, y con otros actores sociales. Por otro lado, CIPPEC propone potenciar la educación nutricional y hacer del comedor un espacio educativo.

“Es importante enseñar los contenidos curriculares ligados a la alimentación y los hábitos saludables, potenciar la actividad física en la escuela, brindar talleres, realizar campañas de sensibilización y promover las huertas escolares y kioskos saludables”, indicó Gala Díaz Langou, coordinadora del Programa de Protección Social de CIPPEC.  

El estudio revela la necesidad de fortalecer los sistemas de información para  optimizar la gestión del servicio. Además, recomienda garantizar controles administrativos, bromatológicos y nutricionales periódicos.

 “La escuela es clave para modificar los hábitos de la alimentación”, indicó Sergio Britos, director del Centro de Estudios sobre Políticas y Economía de la Alimentación, durante la presentación. También participaron del encuentro Pablo Cestona, Brand Manager de Knorr, y Analía Flores, Responsable de la Fundación Danone, empresas que apoyaron la realización del estudio.

“Nos enorgullece saber que nuestro aporte como socio principal del proyecto ha contribuido en el diagnóstico y en las acciones propuestas por CIPPEC a partir de este estudio, que se encuentran directamente relacionadas con una temática que Knorr viene trabajando como marca desde hace ya cuatro años en su programa “Aprender, Comer y Crecer”. Es un programa de educación nutricional a través del cual buscamos capacitar a los capacitadores y responsables de comedores sociales, para ayudar a familias en situación de vulnerabilidad nutricional. Pensamos que esta capacitación es indispensable para reforzar la importancia de la educación nutricional para una alimentación saludable, tanto desde la instancia de la compra de los alimentos como desde su preparación. Por eso desde Knorr confirmamos nuestro compromiso con el programa y con CIPPEC para seguir generando respuestas y soluciones a una problemática de gran importancia para todos los argentinos”, indicó Cestona. 

Finalmente, Flores destacó: "Desde la fundación trabajamos hace siete años brindando educación alimentaria para que más personas puedan acceder a una alimentación sana. La realización de este tipo de estudios es muy importante para nosotros, ya que nos provee información para adaptar las acciones de nuestro programa Nutrición al Cuadrado a las necesidades concretas de los chicos y las familias del país, logrando mejores resultados".