El informe  “La Empresa Española y los Derechos Humanos. Claves para una Internacionalización responsable” de junio de 2013, da el ejemplo de las empresas españolas Acciona,Iberdrolay Renovalia que operan en el estado de Oaxaca en México desde 2005. En el caso de Renovalia, empresa de energía eólica, se cuestiona la “falta de transparencia frente a las comunidades y propietarios de la tierra”.

Según Intermon Oxfam, la población local no habría sido “suficientemente informada y consultada para la toma de decisiones del proyecto”. “Los proyectos eólicos se han negociado entre las empresas y las instituciones públicas con una insuficiente participación de las comunidades afectadas y sin un debido proceso que garantice su derecho a un consentimiento previo, libre e informado”.

El Centro de Información sobre Empresas y Derechos Humanos (CIEDH) invitó a Renovalia y a Ebro Foods a responder al informe. 

Renovalia manifestó cumplir “escrupulosamente” con todos y cada uno de los “requisitos legales que la legislación mexicana y el derecho internacional exigen”, destacando tener permiso previo del Estado y de los propietarios de las tierras donde opera el parque eólico.

Sobre el procedimiento de consulta previa, afirmó que “los propietarios, previamente al inicio de la construcción, fueron  informados del alcance, beneficios y demás implicaciones del  proyecto de generación de energía eólica, lo cual se realizó mediante entrevistas personales y reuniones colectivas desarrolladas, reitero, durante tres años anteriores a la construcción y puesta en marcha del proyecto.”

Para este proceso de consulta la empresa afirma haber distribuido información en lengua diidxazá o zapoteco y en español. 

Sobre las “inconformidades” que suscitó el proyecto, la empresa afirma que son comunes a este tipo de proyectos y no se han debido a la falta de información y/o transparencia  sino que son resultado de “las disputas internas de las colectividades comunitarias, de donde han surgido grupos minoritarios que manifiestan su contrariedad con estos proyectos en general y no solo en contra del proyecto de Renovalia.”

Para la empresa estos grupos no son representativos de la comunidad y por ello se les niega ser interlocutores directos. “Al atender a los citados grupos minoritarios, Renovalia privilegia el diálogo y el respeto al Estado de Derecho, razón por la cual se ha sometido a todos los procesos que las autoridades competentes intentaron, situación que permitió que al día de hoy el proyecto esté operando sin ninguna oposición.”

Ebro foods respondió cuestionando al informe por carecer de veracidad. "Se recogen a lo largo del mismo un sinfín de afirmaciones falsas, que en determinadas ocasiones llegan a adquirir el tinte de graves acusaciones. Entendemos que tales afirmaciones están motivadas por el hecho de no haber contrastado ni comprobado con la compañía las informaciones facilitadas por terceros." 

"En determinados párrafos se detecta que la autora en vez de acudir a la fuente original, reproduce la información u opinión que ha aparecido sobre la compañía en informes realizados por terceros o recortes de prensa, lo que ya condiciona de por sí el tono del mensaje."  

La empresa afirma que el informe no es riguroso, tampoco es objetivo y contiene innumerables juicios de valor.