RSE como factor de competitividad
Hace unos días el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE) institucionalizó el "Foro Permanente de Diálogo con la Sociedad Civil sobre Producción, Comercio Exterior e Integración". En dicha oportunidad se trató la temática "Responsabilidad Social Empresarial como factor de competitividad", destacando una pregunta; ¿Pueden haber empresas exitosas en una sociedad fracasada? ComunicaRSE presenta las principales conclusiones del encuentro.
Conclusiones del Foro sobre RSE:
- Se debe diferenciar lo que es la "Responsabilidad Social Empresarial" (RSE), de la responsabilidad del Estado para con la sociedad, delimitando sus funciones y alcances, a fin de que no se confunda con la inversión pública. A menudo, el sector empresarial debe llenar los vacíos que el Estado deja en materia de salud, educación e infraestructura, sin que obtenga de parte del Gobierno una compensación, como ocurre, por ejemplo, en los países desarrollados.
- El Foro hizo suya la célebre frase del filántropo y emprendedor suizo Stephan Schmidheiny, creador de la Fundación AVINA, quien en su momento dijera que "No hay empresa exitosa en sociedad fracasada, como no hay sociedad exitosa con empresa fracasada", equivalente a que "no pueden haber empresarios exitosos en sociedades fracasadas", siendo el Estado el responsable de evitarlo.
- La RSE está pasando de ser considerada "algo filantrópico", hacia una nueva actitud de orden estratégico, de gestión empresarial, de diferenciación y competitividad.
- La Responsabilidad Social de la empresa es voluntaria, y debe significar "hacer algo más de lo que obligan las Leyes, desde el punto de vista social". Por su parte, las obligaciones del Estado para con la sociedad están establecidas por la Constitución y las Leyes, y deben ser cumplidas a cabalidad.
- La RSE implica dar un trato digno y protección social a los trabajadores; desde el punto de vista empresarial, es una "inversión" en los recursos humanos de la empresa para así "valorarla", sin importar su tamaño, aportando al bienestar de la sociedad y a la propia mejora de la empresa.
- La RSE no debe conceptualizarse como una forma de publicidad sino que su objetivo -más allá de la mejora de la simple competitividad de la empresa- debería ser emprender acciones voluntarias a favor de los "stakeholders" (grupos de interés, relacionados con la empresa, tanto a su interior, como en su entorno).
- El tema de "Responsabilidad Social" compete a todos, no solo a los empresarios, sino también al Gobierno Central, las Prefecturas, las Alcaldías y a los hogares, y debe ser llevada a cabo en una acción conjunta mediante una alianza estratégica concurrente, exigiendo un compromiso real de los involucrados.
- El compromiso empresarial de mejorar la calidad de vida de sus integrantes (empleador, empleados) y de otros actores externos que interactúan con ella (clientes, proveedores, vecinos, comunidad, etc.), debe ser acompañado por el compromiso del Estado de "permitir que las empresas hagan su tarea".
- Siendo que el Estado no cuenta con suficientes recursos para ayudar a las empresas en temas de RSE, la cooperación internacional –como SECO y USAID y otras- debería ser coadyuvante a tal propósito, de manera unificada.
- Sería deseable una alianza Público-Privada, hacia la planificación estratégica de la RSE, definiendo políticas y estrategias que involucren a todos los actores.
- A nivel internacional, la Norma ISO 2600 aún no se ha concluido y lo más probable es que en será de uso voluntario por la empresa; sin embargo, podrá constituirse en una norma de diferenciación comercial como ocurre con otras.
- Sin un éxito económico, es muy difícil tener éxito en lo social. El Estado debe asegurar la estabilidad jurídica, política y social, para dicho cometido.
- Avanzar en RSE, pero no solo con "E" de "Empresa", sino también de "Estado", entendiendo que la Responsabilidad Social es una labor de todos los ciudadanos.
(Red Bolivia / ComunicaRSE)