El Protocolo ha sido desarrollado entre el World Resources Institute (WRI) y el World Business Council for Sustainable Development (WBCSD), junto con empresas, gobiernos y grupos ambientalistas de todo el mundo, con el fin de construir una nueva generación de herramientas efectivas para la gestión de la sustentabilidad en las empresas.

Asimismo con el objetivo de fomentar la articulación publico-privada estuvo presente el subsecretario de Coordinación de Políticas Ambientales Armando Gandía y Nazareno Castillo Marín de la Dirección de Cambio Climático, de la Secretaría de Ambiente de la Nación.

En septiembre de 2011 se lanzó la primera fase de la Estrategia Nacional contra el cambio climático, través de la Dirección de Cambio Climático de la Secretaría de Ambiente de la Nación, como plataforma para posicionarse de cara a la agenda del desarrollo sustentable.

El Protocolo de Gases de Efecto Invernadero (GHG Protocol) es una  herramienta de contabilidad y reporte que goza de popularidad y aceptación mundial y  cuenta con indicadores específicos para cada sector como el alumino o el cementero. Permite medir las emisiones directas o de escala 1 generadas por el uso de combustible en instalaciones productivas a cargo de la empresa, y emisiones indirectas o de escala 2 y 3 que miden las emisiones derivadas de la compra de electricidad y las producidas por la cadena de valor. Aunque esta última escala tiene aplicación opcional. A partir de  la elección de un año de base, que actúe  de referencia para marcar objetivos de reducción, se podrá estimar las reducciones o incremento de emisiones periódicamente.

El protocolo además de ser un standart corporativo tiene el objetivo de ser aplicable en distintas escalas de organizaciones, en universidades y próximamente para entidades de gobierno.  

Las iniciativas más destacadas de la región son el Programa GEI México y GEI Brasil. En Argentina el Sector Siderúrgico viene aplicando este protocolo dentro del marco de la Asociación Mundial de Acero, a través de la Cámara Argentina de Acero. Entre las empresas que apoyan esta iniciativa se destacan por su reconocimiento Tenaris y Acindar.

A partir de una metodología acordada a nivel internacional y basada en el Protocolo GHG el sector del acero  efectúa la medición a escala local y por planta de producción. Esta herramienta nos permite adquirir conocimiento sobre el nivel de eficiencia en la producción y el impacto ambiental que se genera como industria. Actualmente casi todos los países se están sumando a esta iniciativa, con excepción de China que todavía es reacia a los inventarios. Estos datos son publicados en un informe anual global y en un benchmarking que compara la eficiencia de los distintos actores de la industria del acero.

Otro sector que está aplicando esta herramienta es el cementero con la empresa Holcim, miembro del grupo de trabajo del Cement Sustainability Initiative (CSI).

Holcim logró contabilizar las áreas más problemáticas de la producción como la de Clinker, resultado del proceso de de carbonización y oxidación de la materia prima para transformarla en cemento, obteniendo que para producir una tonelada de este material se genera una tonelada de CO2. ¨Poder medir el impacto de nuestra producción nos ha ayudado a emprender mejoras en la eficiencia energética. Se estimaba que el sector cementero generaba 5 % de las emisiones mundiales, hoy con esta herramienta hemos logrado bajar el numero a 3%.¨, sostuvo Carlos Quattrini, gerente de Asuntos Ambientales de Holcim.

Otro caso  destacado es el de la empresa Edenor, primera del sector a nivel nacional que desde 2009 mide sus emisiones a partir de este protocolo. ´Para Edenor este protocolo es una herramienta de gestión sumamente útil, que no requiere inversión extra y  fácilmente aplicable¨, dijo Alejandro Di Natale, Gerente de Desarrollo Sustentable de Edenor.