Las empresas que prosperen en el largo plazo son las que logren integrar los aspectos éticos a la toma de decisiones corporativa y manejen la compañía sobre la base de la integridad de las personas y valores compartidos por toda la organización.

Las principales tendencias que señala el reporte son: la creciente influencia de las fuerzas globales del mercado, más que de las políticas de los gobiernos; el replanteo de los modelos financieros utilizados para establecer las estrategias corporativas y de gobierno (el nuevo sistema incluirá nuevos escenarios, nuevos factores de riesgo y varios factores intangibles y no financieros); innovación, que se verá reflejada en cambios en el comportamiento, diseño de productos, cadena de proveedores, tecnología y estructura geopolítica; globalización; evolución, y no revolución; y comunicación mediática a nivel global.

El informe asegura que las empresas deben llevar a cabo una estrategia en 3 pasos: integración, acción y comunicación. Primero, deberán formular una estrategia clara para comportarse responsablemente e integrar esta estrategia a las operaciones centrales de la compañía. En segundo lugar, deben adherir a los valores y estándares que se propusieron (no sólo crear un código de conducta, sino aplicarlo en el día a día). Finalmente, deben comunicar al mundo lo que están haciendo, tanto los éxitos como los desafíos. Sólo así podrán actuar sobre las percepciones, manteniendo la reputación y actuando como ejemplo para otras organizaciones.

El informe también incluye un análisis de cuestiones regionales, resaltando tendencias clave que pueden llevar al desarrollo sustentable. Por ejemplo, en Europa, tanto el sector público como el privado está siendo "exigido" a demostrar un buen manejo corporativo, comportamiento ético, responsabilidad por parte de los directivos y mayor transparencia. En los Estados Unidos, más del 80% de la energía que se consume la proveen entidades extranjeras, porque las grandes compañías han hecho porco por desarrollar y comercializar otro tipo de energía. En el caso de las multinacionales que operen en China, deberán entender que los estándares allí son muy bajos, ya que los directivos de ese país no incorporaron conceptos como sustentabilidad a su trabajo cotidiano.

En América Latina los mayores desafíos a enfrentar son la inestabilidad económica así como la falta de transparencia. Por otra parte, el continente africano está recién comenzando a incorporar el concepto de sustentabilidad, por lo que las empresas que se desempeñen allí deberán implementar desde cero los conceptos y establecer sistemas de control y riesgo. A pesar del rápido crecimiento económico de la India, el sector privado necesita mejorar su acceso a los créditos y capital en el mercado internacional.


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