Texto Completo Proyecto de Ley Etiqueta "Sin Trabajo Infantil"
Texto facilitado por los firmantes del proyecto. Debe tenerse en cuenta que solamente podrá ser tenido por auténtico el texto publicado en el respectivo Trámite Parlamentario, editado por la Imprenta del Congreso de la Nación.
El Senado y Cámara de Diputados,...
Artículo 1° – Establécese la responsabilidad social de las empresas para garantizar que la producción de bienes y servicios se realice sin trabajo infantil.
Art. 2° – Para acreditar lo dispuesto en el artículo 1, las empresas colocarán en los bienes de su producción y en la promoción de sus servicios una etiqueta que diga STI.
Art. 3° – El Ministerio de Trabajo de la Nación, a través de la Conaeti (Comisión Nacional de Erradicación del Trabajo Infantil), convocará a una comisión tripartita integrada por representantes del Estado, de las cámaras, confederaciones, asociaciones, y/o uniones empresariales y asociaciones gremiales para fijar los lineamientos y objetivos de un programa nacional de responsabilidad social empresaria sin trabajo infantil, seguimiento y control del mismo, así como también el régimen sancionatorio en caso de incumplimiento. Asimismo se convocará a UNICEF y a las universidades para que efectúen sus aportes sobre el tema.
Art. 4° – La presente ley deberá ser reglamentada dentro de los 45 días de su promulgación
Art. 5° – Invítase a las provincias a adherir a la presente ley
Art. 6° – Comuníquese al Poder Ejecutivo
Fundamentos
Señor presidente:
"Para saber cómo será la Argentina dentro de veinte años, tan sólo hace falta ver las condiciones en las que se encuentran hoy sus niños, niñas y adolescentes". Comunicado de UNICEF Argentina.
Los especialistas refieren que la pobreza da lugar al trabajo infantil y el trabajo infantil perpetúa la pobreza. En este sentido, la lucha que como Estado y como sociedad debemos encarar para prevenir y erradicar todas las formas de trabajo infantil, tiene como requisito primordial la sensibilización y toma de conciencia frente a este flagelo que vulnera los derechos humanos.
El trabajo infantil perjudica la salud, la seguridad y la socialización de los niños, niñas y adolescentes, ya que merma el desarrollo de la niñez y perpetúa la pobreza, degradando las reservas de capital humano necesarias para el desarrollo económico y social.
Tal vez, el argumento social más significativo contra el trabajo infantil consista en hacer ver que sus efectos son altamente discriminatorios, dado que empeoran la situación de los más desaventajados, profundizando las causas de exclusión de personas y grupos socialmente marginados, en beneficio de los más privilegiados. El trabajo infantil es contrario a los valores democráticos y a la justicia social.
Es por ello que la cuestión que nos plantea esta problemática resulta prioritaria para quienes estamos comprometidos en la defensa de los derechos humanos: es impostergable frenar la propagación de todas las formas de trabajo infantil.
A la acción pública a través de políticas agresivas pro infancia debe sumarse una amplia movilización de la sociedad civil. Empresas privadas socialmente responsables que se involucren y colaboren en la erradicación del trabajo infantil, conforme a las reglas básicas de la sociedad incorporadas a la legislación y a los usos éticos.
El corazón de cualquier estrategia de cambio está en desarrollar en la gente la capacidad de entender que el cambio es necesario y, a la vez, en promover el conocimiento y las habilidades para que los actores individuales y colectivos puedan conducirse de una manera diferente.
Las empresas transnacionales le asignan cada vez mayor espacio y buscan mostrar una visión de responsabilidad social en forma paralela a la visión de negocios. Esto refleja un creciente reconocimiento de que el mundo es uno solo, de que los escenarios globales de riesgo y las políticas de negocios se inscriben en un mismo mapa aunque los territorios sean diferentes.
De una manera distinta, en nuestro país los actores líderes en la esfera empresaria y de negocios tendieron a considerar que los temas sociales estaban fuera de su territorio de responsabilidades y que tenían escasa relevancia sobre la competitividad. Por lo tanto los dejaban librados a la conciencia individual o al arbitrio de los actores individuales y colectivos que se ocupan de la filantropía.
Resulta pues imprescindible comprometer a las empresas que garanticen la producción de bienes y servicios sin trabajo infantilEs hora de que el discurso consensual sobre la infancia se traslade a los hechos concretos.
Por lo expuesto, señor presidente, solicitamos la aprobación del presente proyecto de ley.