Tres formas de hacer negocios sostenibles cada vez más rentables

25.09.2014 | Gestión

¿Es posible vincular la sostenibilidad con el retorno financiero? Se multiplican las investigaciones que ponen foco en relacionar de forma directa las estrategias de sustentabilidad con indicadores económico-financieros para impulsar estímulos al sector privado que aún no está convencido en invertir en estos temas. Presentamos tres formas de vincular la RSE y el desempeño de una empresa.


1. Incluir los riesgos del clima en la estrategia de negocio

Se multiplican las evidencias del vínculo entre la gestión del cambio climático y el retorno financiero. Un informe recién publicado por el CDP vuelve a mostrar que las empresas líderes en gestión del cambio climático están obteniendo una mayor rentabilidad financierda, medida en ROE, volatilidad de la ganancia y retorno de los accionistas. 

La Alianza Mundial por una Banca con Valores, que preside Triodos Bank, también ha presentado evidencia de que los bancos éticos y sostenibles tienen un mejor desempeño que los bancos tradicionales en muchas áreas, incluyendo indicadores financieros como son la rentabilidad económica, el crecimiento en préstamos y depósitos y una sólida base de capital.

El sector financiero es el más activo en la promoción del financiamiento de iniciativas contra el cambio climático. En la Cumbre del Clima recién finalizada anunció una inversión de 30 mil millones de dólares para financiamiento climático. Otros sectores también están obteniendo beneficios económicos como el caso del sector de la salud con Baxter que obtuvo un retorno de tres dólares por cada uno invertido en medio ambiente. 

Por el lado de los costos, las empresas también están considerando los fenómenos climáticos como riesgos de primer nivel. Empresas como Intel han perdido cerca de US$ 1 mil millones en ingresos (2011) por desastres naturales. La industria automotora japonesa perdió cerca de US$ 450 millones en ganancias, como resultado de la interrupción de los negocios causada por las inundaciones que afectaron a los suministradores de Tailandia.     

Una respuesta a esto es la asignación de un precio interno a las emisiones de carbono como una forma de cuantificar el impacto económico del ambiente sobre el desempeño del negocio. Veintinueve grandes empresas públicas con sede en los EE.UU. ya informaron estar asignando precios a la contaminación de carbono. Apple, Shell y Microsoft son algunas de las empresas que asignan un costo interno a las emisiones de carbono.

En la Cumbre del Clima se confirmó el lanzamiento de Criterios de Liderazgo Empresarial Sobre el Precio del Carbono, que incluyen poner un precio interno al carbono lo suficientemente alto como para afectar la toma de decisiones a la hora de invertir.  

2. La gestión de la dimensión social como factor de diferenciación y competitividad

 Hace un par de semanas publicamos el caso de Costco que paga los mejores salarios y tiene la tasa de rotación más baja del sector retail de los Estados Unidos. Su estrategia de sustentabilidad lo están posicionando como principal competidor de Walmart en lo que refiere a gestión de las personas.

Por su parte, los programas de conciliación están mostrando tener un impacto positivo en la competitividadde las empresas, como lo muestran los resultados del último estudio de Alares que presentan reducciones en el absentismo y en los costos internos de las empresas. La gestión de la diversidad también está siendo vinculada con retornos financieros. En 2013, un estudio de McKinsey’s en América Latina reveló que el 60% de los ejecutivos creen que las empresas generar retornos financieros más elevados con equipos con más mujeres.

Economistas sin Fronteras también aporta datos para relacionar la competitividad y la valoración de las empresas con la gestión de los derechos humanos en su informe “Empresas, competitividad y derechos humanos, ¿una relación imposible?”.

Por el lado de los costos, los conflictos sociales están mostrando una influencia en los balances financieros de las empresas, según Harvard Kennedy School. Los conflictos sociales desencadenan costos económicos de alrededor de $20 millones de dólares por semana para proyectos mineros de un valor de entre $ 3 y $ 5 mil millones de dólares.

3. Negocios inclusivos para la creación de valor compartido

Los negocios inclusivos se presentan como una oportunidad de crecimiento para las empresas y posibilita la reducción de la pobreza y la mejora de las condiciones de vida de miles de millones de personas. Encontrar las necesidades del mercado de la Base de la Pirémide es una oportunidad de negocio de unos $509.000 millones anuales. Hay un crecimiento alto especialmente en los sectores de  vivienda, energía y salud.

La Corporación Financiera Internacional (IFC) ha identificado 7 modelos en los que las inversiones en negocios inclusivos muestran rendimientos financieros muy altos y un mayor impacto en el desarrollo local.

La Cátedra “la Caixa” también ha identificado una serie de beneficios derivados del desarrollo de estos negocios, como el aumento de la eficiencia operativa mediante la reducción de costes en las relaciones con los proveedores, significativas fuentes de innovación, nuevas oportunidades de internacionalización de sus productos y servicios, mayor sostenibilidad de su actividad empresarial, entre otros. Para esas empresas, la inserción de la población de bajos ingresos en su cadena de valor significa también el desarrollo de herramientas y capacidades que pueden brindarles una ventaja competitiva relevante.  

La Iniciativa RSE de la Harvard Kennedy School, también ha presentado casos de éxito que han logrado ofrecer un diferenciador a las comunidades y al retorno de la empresa.