Esta vez la cita fue en Méjico, ciudad que sabe a historia de imperios, de misteriosas pirámides enclavadas a sólo unas horas de su centro comercial y de un pueblo orgulloso de sus raíces aborígenes. Fue este el marco elegido por el Banco Interamericano de Desarrollo y el Centro Mexicano para Filantropía para abrir el diálogo fructífero entre líderes sociales, del ámbito público y privado en la II Conferencia Interamericana de Responsabilidad Social Empresaria (RSE).

Nuevos paradigmas, casos concretos, reflexiones y desafíos que planean sobre las prácticas socialmente responsable que aún llevan pocos años de nacidas en nuestras tierras y que sin embargo tienen todo el potencial de la sangre nueva.

Allí estaba la visión de las presidentes de las empresas y sus llamados a la reflexión pero también a la acción surgidas de sus prácticas cotidianas. "Debemos establecer alianzas con el sector académico para preparar más talentos en este ámbito. Somos responsables de empresas pero también de crear un ambiente político que asegure un desarrollo sustentable. Debemos apostar por la transparencia, ser más disciplinados con los programas y usar la tecnología con fines éticos".

No fueron los únicos en sus llamados a la acción.

Los hacedores, los líderes que impulsan y pregonan el ser socialmente responsable a través de ejemplos concretos se multiplicaron e impregnaron los discursos de los oradores que siguieron a pie juntillas el leit motiv del encuentro,"Del dicho al hecho".

Así, concretos fueron también los casos que nuclea la organización de origen chileno "Empresas". Un conglomerado de 3.500 compañías unidas bajo el mismo norte: promover la adopción de políticas y prácticas de responsabilidad social en América, a través de talleres de sensibilización, proyectos piloto e implementación de herramientas de gestión. Los ejecutores tienen nombre y apellido y logran, con éxito que los altos directivos los altos gerentes, los medios de comunicación, aprendan y concreten en hechos acciones responsables.

Las cuentas pendientes

Más allá de los signos alentadores de RSE en la región, la conferencia también sirvió para revelar que la mayoría de las empresas latinoamericanas aún consagran sus prácticas a través de las donaciones y de la filantropía social.

En perspectiva mundial, América Latina aún está lejos de los modelos de desarrollo de otros países. Mientras que en el Reino Unido de cada 100 casos de compañías, 30 posee altos y avanzados estándares de implementación de RSE en sus prácticas, América Latina de cada 100 compañías sólo 5 demuestran signos avanzados de RSE.

A pesar de ser pocos en cantidad, los modelos de empresas latinoamericanas responsables socialmente avanzan a ritmo veloz.

Cemex, la compañía mejicana que tiene en su coree business el cemento, produjo recientemente su primer informe sobre RSE.

Petrobras, la compañía brasilera referente en el mercado del petróleo y derivados, ha introducido criterios éticos a la hora de seleccionar sus proveedores.

PDVSA, la empresa petrolera estatal de Venezuela, ha invertido U$S1.5 billones en inversiones sociales y recientemente ha enviado a 7 de sus más altos ejecutivos a la Conferencia RSE en Londres para tomar contacto y aprender sobre los estándares éticos en Europa.

"Tenemos el desafío de convertir a América Latina en una región próspera. Estamos en Méjico para continuar tejiendo alianzas entre los líderes de la región y trabajar modelos de desarrollo a la medida de nuestras realidades y necesidades", señaló Antonio Vives, del Banco Interamericano de Desarrollo.

Definitivamente "los hechos" responsables y socialmente están naciendo en América Latina, pero es este y no otro el camino: construir entre todos los actores sociales una sociedad, más justa y equitativa.


* periodista del diario Los Andes de Mendoza, fue invitada a disertar en la conferencia por haber recibido el Premio al Periodismo de RSE de la Red Puentes Argentina