La Comisión ha considerado que Intel ha incurrido en dos formas concretas de prácticas ilegales. En primer lugar, Intel concedió descuentos a los fabricantes de ordenadores, siempre que comprasen todos o casi todos sus CPUs x86 a Intel. Intel también hizo pagos directos a un importante minorista con la condición de que sólo vendiese ordenadores con procesadores Intel x86.

Tales descuentos y pagos han impedido a los clientes - y en última instancia, los consumidores – que eligiesen productos alternativos. En segundo lugar, Intel hizo pagos directos a los fabricantes de ordenadores para detener o retrasar el lanzamiento de productos específicos de sus competidores que contuviesen microprocesadores x86, y para limitar los canales de venta a disposición de estos productos.  

La Comisión considera que estas prácticas constituyen un abuso de posición dominante de Intel en el procesador x86 del mercado, y que esto perjudica a consumidores de todo el Espacio Económico Europeo. La empresa ha socavado la capacidad de sus rivales para competir en los méritos de sus productos, así como la competencia y la innovación.
“No creemos que nuestras prácticas hayan violada la ley europea. El resultado natural de un mercado competitivo con sólo dos proveedores principales es que cuando una compañía gana ventas, la otra no.  

La Dirección General de competencia de la Comisión Europea ha ignorado o rechazado el obtener pruebas significativas que contradicen las afirmaciones de esta decisión. Creemos que la evidencia muestra que cuando las compañías tienen buenos resultados, el mercado las recompensa, y cuando no, el mercado actúa de acuerdo con ello.”, afirmó Otellini en un comunicado difundido el jueves 14 de mayo.

La Comisión supervisará activamente el cumplimiento de Intel con esta decisión. El mercado mundial de microprocesadores x86 tiene un valor aproximado de 22 millones de euros por año, y Europa representa aproximadamente el 30% de esa cifra.

Formalmente, el artículo  82 del tratado constitutivo de la Comunidad Europea no se aplica a este caso, ya se inició el procedimiento antes de que se publicara. La decisión, sin embargo, va en consonancia con las orientaciones establecidas en el documento de orientación, e incluye un  riguroso análisis de efectos que ha demostrado que la conducta de Intel ha reducido las opciones de los consumidores y limitado la innovación en el mercado.

Sin embargo desde la empresa sostuvieron que "nunca vende productos por  debajo de coste. Hemos sin embargo, invertido constantemente en innovación, en fabricación y en desarrollar tecnología de liderazgo. El resultado es que podemos descontar nuestros productos para competir en un mercado altamente competitivo, pasando a los consumidores de todo el mundo las eficiencias de ser el fabricante de microprocesadores líder mundial en volumen.”

Los fabricantes de ordenadores afectados por la conducta de Intel en la decisión de la Comisión son: Acer, Dell, HP, Lenovo y NEC. El minorista afectado es  Media Saturn Holding, propietario de la cadena MediaMarkt.
Descuentos condicionales y pagos
Intel otorgó grandes descuentos a los fabricantes de ordenadores de sobremesa y portátiles con la condición de que adquiriesen la totalidad o la casi totalidad de sus suministros, al menos en determinados segmentos, de Intel.

Por otra parte, Intel hizo pagos al importante minorista Media Saturn Holding de octubre de 2002 a diciembre de 2007, sobre la condición de que vendiese exclusivamente  ordenadores basados en Intel en todos los países en los que está implantada.

Ciertos descuentos pueden suponer precios más bajos para los consumidores. Sin embargo, cuando una empresa está en una posición dominante en un mercado, los descuentos están condicionados a un menor nivel de compras de los productos de la competencia, o a que no se compre en absoluto. Por ello son abusivos, según reiterada jurisprudencia de los tribunales comunitarios, a menos que la empresa dominante pueda presentar razones concretas para justificar su aplicación en cada caso.

El CEO de Intel finaliza su comunicado diciendo: “A pesar de nuestra fuerte convicción en relación con esta decisión, mientras estemos en el proceso de apelación, pensamos trabajar con la Comisión para asegurar que actuamos en conformidad con su decisión. Para finalizar, no debería de haber ningún tipo de duda de que Intel seguirá invirtiendo en productos y tecnologías que ofrecen a Europa y al resto del mundo los procesadores con mejor rendimiento de la industria a los precios más bajos.”