Así lo señaló durante su intervención en la clausura de unas jornadas sobre RSE que tuvieron lugar en el Club financieiro de Vigo. En el transcurso de su participación, concretó que este Plan estratégico está ya muy avanzado, por lo que “previsiblemente será objeto de los próximos acuerdos a firmar en el marco del diálogo social”.

El objetivo es poner en marcha una herramienta que diseñe una “estrategia global y coordinada” para acercar las empresas a la RSE. De hecho, Mato hizo hincapié en la relevancia de este instrumento toda vez que el tejido empresarial de España en general, y de Galicia en particular, está constituido por pequeñas y medianas empresas, “que son las que más dificultades tienen para la implantación de sistemas de gestión de la RSE”.

De ahí que el Gobierno autonómico esté prestando una “especial atención” a la concienciación en esta materia y que esté trabajando en implantar los mecanismos necesarios para facilitar a Pymes y emprendedores el acceso a métodos que les permitan desarrollar su actividad.

El Plan estratégico de RSE constituye, por lo tanto, una “apuesta integral para la mejora de nuestras empresas, para el refuerzo de su competitividad, por la mejora de las condiciones de trabajo y, por lo tanto, por el incremento de nuestros niveles de bienestar como sociedad”, explicó Mato.

“Una Galicia con empresas más competitivas, más responsables, con unos trabajadores que puedan experimentar mejoras como el acceso a la conciliación de la vida personal y familiar, como la igualdad de género y de oportunidad, una Galicia con empresas respetuosas con nuestro entorno, será una Galicia más fuerte”, subrayó Mato.

Por lo tanto, para conseguir una mayor implantación de la RSE en las empresas gallegas, el Plan que se está ultimando en el diálogo social parte de cuatros objetivos generales. El primero de ellos se centra en la formación, conocimiento y la difusión de la RSE. Se busca así hacer llegar este concepto a “todos y cada uno” de los empresarios de Galicia, a través de acciones de formación, investigación en la materia o en el fomento de la implantación de acciones concretas.

El segundo objetivo persigue el incremento del número de empresas que incorporen prácticas socialmente responsables. Por su parte, el tercer objetivo busca actuar desde la propia Administración como “primer ejemplo y como muestra visible” del camino a seguir, tanto en la propia Administración autonómica como apoyando estas prácticas en las administraciones locales.

Ya por último, el cuarto objetivo pivota sobre la coordinación, el impulso y el seguimiento del propio Plan, a través de indicadores y otras herramientas.

En lo que se refiere a las medidas concretas, la conselleira de Trabajo hizo hincapié en alguna de las más de 50 que ya están definidas en el seno del diálogo social. En concreto, se refirió a la inclusión de la RSE en las diferentes etapas educativas, con el fin de que la importancia de este concepto sea asumido por los ciudadanos desde sus primeros años.

Además, avanzó que también está ya acordada, dentro de estas actuaciones, la puesta en marcha del Observatorio gallego de RSE, como herramienta de cooperación entre los agentes económicos y sociales; y, por último, el impulso de la responsabilidad social empresarial en las medidas de apoyo, convocatorias de subvenciones y contratos públicos.