Trabajadores migrantes, una población en riesgo
La crisis económica mundial significa nuevos desafíos para los 100 millones de trabajadores migrantes que hay en el mundo. Es probable que deban enfrentar una disminución de las oportunidades de empleo y migración, empeoramiento de las condiciones de vida y de trabajo, y aumento de la xenofobia. Aunque hasta el momento no se ha observado un regreso masivo de trabajadores migrantes, la crisis ha tenido repercusiones sobre sus ingresos y el envío de remesas. Ibrahim Awad, Director del Programa Internacional sobre Migración de la Oficina Internacional del Trabajo, acaba de publicar un nuevo estudio, titulado “La crisis económica mundial y los trabajadores migrantes: Impacto y respuestas”. A continuación, una entrevista con OIT EnLínea.
OIT EnLínea: ¿De qué manera el impacto de la crisis repercute sobre los diversos países y sectores?
Ibrahim Awad: Según el país de destino, los trabajadores migrantes están presentes en sectores diversos, como construcción, industria, hoteles y restaurantes, cuidado de la salud, educación, servicio doméstico y agricultura. Algunos de estos sectores – construcción, industria y hoteles y restaurantes – han sido gravemente afectados por la crisis y los trabajadores migrantes son quienes experimentan el mayor impacto. En Estados Unidos, Irlanda y España, los trabajadores migrantes de la construcción y la industria fueron especialmente afectados. En Malasia, Japón y la República de Corea, la crisis ha tenido repercusiones en la industria causando abundantes pérdidas de empleos.
Por el contrario, en algunos países, otros sectores (por ejemplo: cuidado de la salud, servicio doméstico y educación) han en cambio experimentado un crecimiento del empleo. En Estados Unidos e Irlanda, el empleo en el cuidado de la salud y la educación ha aumentado. Esto tiene un potencial efecto positivo sobre las oportunidades de empleo de los trabajadores migrantes.
OIT EnLínea: ¿La crisis tiene un impacto negativo sobre los flujos de migración laboral?
Ibrahim Awad: La contracción de la economía y el creciente desempleo pueden inducir a los países de destino a introducir políticas de migración más restrictivas. Los países de origen, que con frecuencia dependen en exceso de las remesas de los trabajadores migrantes, responden al impacto de la crisis explorando nuevos mercados laborales e introduciendo medidas de reintegración y empleo. Hasta la fecha, no se han registrado regresos masivos de migrantes, pero sí se han disminuido los nuevos flujos migratorios desde algunos países de origen. Por ejemplo, en México, la emigración disminuyó más de 50 por ciento entre agosto 2007 y agosto 2008. Los potenciales migrantes, al considerar los altos costos de migrar y la reducción de las oportunidades de empleo en los países de destino, deciden permanecer en los países de origen.
Al mismo tiempo, el número de trabajadores migrantes que regresaron en 2008 permaneció similar al de los dos años anteriores. Los programas de repatriación voluntaria implementados por los países de destino fracasaron en alcanzar el público al que apuntaban. Con frecuencia los trabajadores migrantes deciden permanecer a pesar del deterioro de las condiciones del mercado laboral, con el objetivo de preservar los beneficios de seguridad social. Además, la adversa situación económica y del empleo en los países de origen los desalienta a regresar a los países de origen.
OIT EnLínea: Antes de esta crisis, las remesas estaban aumentando en todos los países de origen. ¿La crisis revirtió esta tendencia?
Ibrahim Awad: Las tasas de crecimiento de las remesas han disminuido y en algunas zonas también el volumen absoluto. Algunos países de América Latina, África Subsahariana y, en particular, Asia Central han sido muy afectados. Por lo tanto, en algunos países la reducción de la pobreza y la sostenibilidad de la actividad económica y el empleo están en peligro. Sin embargo, en algunos países como Egipto y Pakistán, a lo largo de ciertos períodos desde que estalló la crisis, las remesas han aumentado a pesar de la desaceleración económica, sugiriendo que actúan como medidas anticíclicas (es decir, aumentan cuando la economía se debilita, y disminuyen cuando la economía se fortalece).
Las remesas son el beneficio más visible y tangible de la migración laboral. A nivel macro, aportan moneda extranjera y contribuyen a subsanar los balances de las cuentas corrientes en los países de origen. En muchos países, las remesas representan un alto porcentaje del PIB. A través de sus efectos directos y multiplicadores, sostienen la demanda, y por lo tanto estimulan la actividad económica. Como resultado, generan empleo. A nivel familiar, las remesas pueden contribuir a la reducción de la pobreza y al desarrollo del capital humano a través de inversiones en educación y cuidado de la salud.
OIT EnLínea: ¿Cómo afecta la crisis de manera específica a los trabajadores migrantes?
Ibrahim Awad: En tiempos de crisis, la disminución de la demanda laboral aumenta la probabilidad de empleo precario e irregular. La competencia (verídica o percibida) por pocos puestos de trabajos incita la xenofobia y las reacciones discriminatorias de los localess contra los trabajadores migrantes y sus familias. Cuando hay pocas certezas, es probable que los trabajadores migrantes se vean forzados a aceptar trabajos en condiciones pobres y/o en la economía informal. Ciertos grupos o individuos pueden exigir más medidas proteccionistas o mostrar agresividad hacia los migrantes. Ejemplos de este tipo de reacciones existen en diversas regiones. Sin embargo, es importante hacer énfasis en que la violencia y la xenofobia no están extendidas.
OIT EnLínea: Algunos países de origen y destino comienzan a adoptar políticas para enfrentar las nuevas consecuencias de la crisis. ¿Estas políticas tienen un impacto sobre los trabajadores migrantes y la migración laboral?
Ibrahim Awad: : Las políticas que estimulan el regreso voluntario implementadas en algunos países de destino hasta el momento no han alcanzado su objetivo. Una respuesta a la crisis que sólo considera la disminución de la demanda general del trabajo, sin atención a la demanda diferencial por sectores, podría generar una migración irregular. Todavía es demasiado pronto para evaluar el impacto de medidas más restrictivas de admisión en el funcionamiento de los mercados laborales y en el estatus migratorio de los trabajadores extranjeros. La situación del empleo en los países de origen y la cantidad de remesas que estos reciben deberá ser observada para analizar la efectividad de las medidas adoptadas. Esto también se aplica a la protección de los derechos de los trabajadores migrantes.
OIT EnLínea: ¿Qué recomienda la OIT para fortalecer la protección y el reconocimiento del importante papel que cumplen los trabajadores migrantes?
Ibrahim Awad: Los trabajadores migrantes han participado en la promoción del crecimiento económico y la prosperidad y en la creación del bienestar en los países de destino, al mismo tiempo que contribuyen a la reducción de la pobreza y el desarrollo en sus países de origen. El futuro puede albergar consecuencias más adversas para los trabajadores migrantes de las observadas hasta el momento, si la crisis se prolonga.
Por lo tanto es importante adoptar medidas políticas apropiadas para maximizar su contribución, tanto para los países de origen como para los de destino. Por ejemplo, las medidas de estímulo económico implementadas por los países de destino deberían beneficiar del mismo modo y sin discriminación a los trabajadores migrantes regulares. Esto debería garantizar el mejor funcionamiento de los mercados laborales y la mejor utilización del trabajo disponible.
Los interlocutores sociales, utilizando las normas internacionales del trabajo, pueden trabajar juntos en los países de origen y de destino para mejorar las políticas de migración laboral que puedan responder a la crisis o capitalizar las oportunidades que la acompañan. El Marco Multilateral para las migraciones laborales establece cuatro principios y ofrece directrices que pueden ser muy útiles para elaborar estas políticas.