El presidente de asuntos corporativos de Bavaria, Fernando Jaramillo Giraldo, afirmó que las compañías se encuentran expuestas a diario al dilema de generar más utilidades y ser responsables socialmente.
Agregó que aunque la ubicación de Colombia en las clasificaciones acerca de fraudes dentro de las empresas, como la de la firma Kroll, es gratificante que esté reflexionando sobre la necesidad de erradicar prácticas antiéticas hacia el interior y el exterior de las compañías. 
De esa manera, considera que se eleva la inversión extranjera y se pone al país como ejemplo de buenas de prácticas corporativas. 

Por su parte, la presidenta de la Cámara de Comercio de Bogotá, María Fernanda Campo, afirmó que hay que acentuar las reglas éticas en la actuación de las empresas y los ciudadanos, así como los canales para que estos denuncien prácticas contra al ética de los negocios.   
Hugo Alberto Niño Caro, doctor en Ciencias, expuso durante el certamen el concepto de ética empresarial y dijo que éste va más allá de evitar una serie de delitos y que además incluye responsabilidades sociales objetivas. 
En su opinión, la ética debe permitir al individuo analizar, evaluar y poner en tela de juicio sus acciones. 
Por tal razón propone métodos para lograr responsabilidad, uno de los cuales es no faltar a la verdad en las organizaciones porque si se miente al exterior, se acaba haciendo lo mismo dentro de la empresa. 

"Si uno engaña a los extraños, será engañado con toda seguridad por los propios", agregó.
El presidente de la firma CEC Internacional, Hans Picker, asegura que muchas empresas no practican sus valores porque, entre otras razones, se focalizan en el día a día y no tienen visión de largo plazo.
El problema también es de origen cultural debido a que consideran que como les ha ido bien sin valores, no se requiere cambiar.

Para sortearlo, dice que se deben formar capacidades individuales al interior de las empresas para actuar coherentemente con los valores que deben liderar los directivos.   (Portafolio)