'La responsabilidad social también debe ser sostenible'
Federico Restrepo Posada, gerente de Empresas Públicas de Medellín (EPM) afirma que
en Colombia se puede hacer inversión social con propuestas sostenibles en el largo
plazo. “Nos enfocamos en identificar proyectos que les resuelvan problemas a las
comunidades y a los diferentes grupos de interés, pero que generen valor a la
empresa. Un ejemplo es el caso de la energía prepago”, sostiene. Restrepo Posada
habló con Ricardo Santamaría Daza de la redacción de Economía y Negocios del medio
colombiano Portafolio sobre la clave de éxito en los programas de responsabilidad
social emprendidos por EPM.
Federico Restrepo Posada, gerente de Empresas Públicas de Medellín (EPM), ha sido
un firme convencido de que en Colombia se puede hacer inversión social con
propuestas sostenibles en el largo plazo, lo que a su juicio resulta mucho más
beneficioso que medírsele a proyectos asistencialistas que a la larga terminan
convirtiéndose en una costosa carga para quienes los promueven. El ejecutivo dice
que su estrategia social se basa en no afectar la sostenibilidad de la compañía. La
idea es transferir recursos sin ser asistencialista o a costa de la rentabilidad.
Es una convicción que caracteriza al gerente de Empresas Públicas de Medellín
(EPM), y que no sólo se le ha notado en el cargo que actualmente desempeña, sino en
otras oportunidades, como cuando fue director del Departamento Administrativo de
Planeación de Medellín y lideró, conjuntamente con la Secretaría de Hacienda, la
implementación del presupuesto por resultados para la capital antioqueña.
Restrepo Posada habló con PORTAFOLIO sobre la clave de éxito en los programas de
responsabilidad social emprendidos por EPM.
¿Por qué un plan RSE en la compañía que usted dirige, si tiene un compromiso con
Medellín para transferir una rentabilidad que termina invirtiéndose en asuntos
sociales?
Cotejar los intereses, única y exclusivamente del dueño de esta empresa, que es el
municipio de Medellín, resuelve parte las necesidades, pero posiblemente a costa de
otros grupos de interés, como los usuarios, los trabajadores, los proveedores y las
comunidades. Por esa razón optamos por atender, por supuesto los requerimientos del
municipio, pero sin dejar de resolver de manera integral las necesidades de los
otros grupos de interés.
¿Y cómo no desviar los objetivos de la compañía?
La estrategia tiene un enfoque fundamental y es no afectar la sostenibilidad de la
empresa, es decir, yo no puedo entrar a definir una política de transferencia de
recursos para asistencia social a costa de la rentabilidad o de la sostenibilidad
futura de la compañía, o subir los salarios porque esta es una empresa que genera
muchas utilidades, o llenar esto de un montón de puestos de trabajo innecesarios.
Si lo hiciera se vería afectado el futuro de EPM.
¿Qué se necesita entonces?
Primero, que esta empresa sea sostenible. Segundo, que atienda unas transferencias
y unas necesidades mínimas de su dueño, lo que a su vez se convierte en inversión
social. Además, que resuelva las necesidades de crecimiento de la entidad mediante
la incursión de nuevos mercados y que atienda las necesidades de los clientes, los
proveedores y los empleados.
¿Y cómo lo ha logrado?
Nos enfocamos en identificar proyectos que les resuelvan problemas a las
comunidades y a los diferentes grupos de interés, pero que generen valor a la
empresa.
Un ejemplo es el caso de la energía prepago. Había un problema y era el de la
desconexión, pues mucha gente en este país vive en el día a día y nosotros, como
empresa de servicios públicos, dependemos de que el cliente con ese perfil tenga
14.000 ó 20.000 pesos al mes para pagar lo que consume. Nos dimos cuenta que no
podíamos obligarlos a que ahorren 500 pesos o 700 pesos al día para que paguen
mensualmente la factura. De ahí surgieron iniciativas que implicaron inversiones
para nosotros pero también resolvieron el problema.
En este caso, así como la gente va y compra una cucharada de aceite o una pastilla
de chocolate en la tienda, puede con nosotros comprar 2 mil pesos de energía y los
mete en un contador prepago que está instalado con un pin. El contador le informa
cómo se los va consumiendo.
¿Qué se ha logrado con esa iniciativa?
En primer lugar, que el usuario racionalice el servicio para beneficio de él,
porque nosotros podríamos pensar que desde el punto de vista de la rentabilidad, es
mejor que el cliente consuma toda la energía que quiera, pero eso no es así, porque
esa condición lo hace vulnerable a ser desconectado y es susceptible de que consuma
energía de manera fraudulenta, o a lo mejor ni la consume, afectando su calidad de
vida.
¿Qué otro tipo de programas han desarrollado?
Otro proyecto que está enfocado a lo mismo y que resuelve no sólo el problema de
energía, sino de otros servicios públicos es el 'pago a tu medida'. Buscamos la
manera para que el cliente ponga los recursos que le sean posibles en aras de ir
amortizando la factura que le va a llegar al mes. También nos ha dado buenos
resultados, pues a la larga son proyectos que están enfocados en el concepto de
responsabilidad social empresarial para beneficio de los usuarios y de la empresa.
En ese sentido, estos no son programas asistencialistas.
¿Cómo ser equilibrado, no descuidar la rentabilidad ni olvidar las necesidades de
la gente?
El proyecto tiene que ser sostenible, es decir no se trata de subsidiarlo. Lo que
más cuesta, por ejemplo en el concepto de la energía prepago, es el contador.
Alcanza cinco veces más que el contador convencional. Nos preguntamos entonces,
¿cómo hacemos para masificar el tema de la energía prepago? Con el fin de
resolverlo, nos metimos en un proyecto para producir un contador prepago, hecho en
Colombia, con conocimiento propio e ingenieros locales. Logramos sacarlo adelante y
a un valor, incluso, menor que el contador convencional. El proyecto fue respaldado
con los mismos aportes que la empresa genera para investigación y desarrollo y ya
llevamos 40 mil usuarios vinculados al programa.
Entonces ¿cuál es la clave del éxito?
Yo no me voy a meter en un proyecto donde esta empresa, en el mediano y largo plazo
esté perdiendo plata. Fundamentalmente tiene que ser un proyecto sostenible.
Incluso es probable que no sea el más rentable, pero tengo claro que EPM no dejará
de ser sostenible por medírsele a ese tipo de iniciativas.
Su imagen
El gerente de EPM, Federico Restrepo Posada, es un aficionado al deporte, en
particular al ciclismo. Ha confesado que es un enamorado del tema eléctrico y en
efecto es evidente la emoción que le da hablar de ese tipo de asuntos, sobre todo
hidroeléctricas. Es un experto en la materia, se graduó de ingeniero civil de la
Facultad de Minas de la Universidad Nacional y parte del tiempo lo ha dedicado a
moverse en las actividades relacionadas con la generación de energía. Fue
presidente de Integral S.A., y ha asesorado muchos proyectos hidroeléctricos.