En la realización de la encuesta colaboró BNP Paribas Investment Partners, y en ella participaron ejecutivos de una treintena de instituciones francesas del sector de la inversión, entre ellas aseguradoras, fondos de pensiones y fundaciones y los 25 principales fondos de pensiones del Reino Unido.
Los encuestados mostraron un elevado grado de interés en los distintos aspectos de las políticas de RSC de las empresas en las que invertían.

Así, mientras los franceses daban prioridad a los temas sociales, los británicos se interesaban más por los relativos a las buenas prácticas en la gestión. Sin embargo ambos tenían menos en cuenta el comportamiento medioambiental.
El 79% de los inversores británicos consideraban que la RSC era fundamental en la gestión a largo plazo de una empresa, frente al 40% de los franceses, mientras que para el 48% de estos últimos los asuntos sociales eran su prioridad.
En lo que se refiere al medioambiente, sólo el 25% de los encuestados de ambos países creían que este asunto precisaba su implicación.

A la pregunta sobre la importancia del comportamiento medioambiental de las empresas en las que invertían, el 38% de los encuestados tenían en cuenta en primer lugar el cambio climático, mientras que la eficiencia energética era el segundo aspecto para el 38% de los franceses y el 21% de los británicos.
Los artículos respetuosos del medioambiente sólo constituían una prioridad para el 24% de los franceses y el 16% de los británicos, a pesar del impacto que pueden tener en la competitividad de las empresas, los costes de fabricación y el precio de los artículos.

En lo que se refiere a temas sociales, los franceses se interesaban más por el respeto de los derechos humanos (67%) al menos en teoría, sin embargo, en la práctica solo el 29% tenía en cuenta las condiciones laborales de los proveedores en países en vías de desarrollo.
La mitad de los inversores británicos estaban a favor de influir de forma activa en las políticas de responsabilidad social de las empresas en las que invertían, frente al 8% de los franceses.
(SERVIMEDIA)