El bono --que ofrece un reembolso mínimo del 105% a su vencimiento, dentro de cinco años-- permite a los inversores la posibilidad de reducir la capacidad de emisión de gases de efecto invernadero, al comprar y cancelar derechos de emisión de CO2 "de forma sencilla y transparente".
En este sentido, el director de Inversión Responsable de FTSE Group, Will Oulton, destacó que "este nuevo índice innovador atraerá a una amplia gama de inversores institucionales y particulares que desean minimizar el riesgo medioambiental de sus carteras, sacar partido de los beneficios de una gestión medioambiental sólida, invertir solo en empresas con mejores prácticas de gestión medioambiental y alentar activamente la responsabilidad de las empresas".

ENERGIAS RENOVABLES Y EFICIENCIA ENERGETICA
Asimismo, el cien por cien del producto de la venta de los fondos se destinará a sectores clave para la protección del clima, en su mayoría proyectos relacionados con las energías renovables y la eficiencia energética. El BEI se encargará de seleccionar estos proyectos, que se desarrollarán principalmente en la Unión Europea, que ha fijado para el año 2020 una serie de objetivos relacionados con el cambio climático.

El director general de Finanzas del BEI, Bertrand de Mazières, recordó que, con esta iniciativa, "el BEI invita a los inversores y a la comunidad bancaria a sumarse a este esfuerzo, subrayando aún más su compromiso con la promoción de los objetivos de la UE, que ha asumido un rol de liderazgo en la lucha contra el cambio climático".
BBVA, Barclays Capital, NBG y Natixis son los co-líderes de la emisión, mientras que los co-directores serán Dexia Capital Markets, ING Wholesale Banking y UBS Investment Bank.
La iniciativa ha sido acogida con satisfacción entre las empresas. Así, el director general de Dresdner Kleinwort, Pierre Blandin, destacó que este proyecto "combina diversas características únicas que demuestran una vez más la excepcional capacidad de innovación del BEI en los mercados financieros".
Por su parte, el director general y de distribución mayorista de la Región EMEA de Merrill Lynch, Andrea Podesta, subrayó que el bono "ofrece una ganancia potencial ligada a la rentabilidad de las compañías europeas más respetuosas con el Medio Ambiente, un principal protegido con la seguridad de la calificación AAA del BEI y un rendimiento mínimo del 5% a su vencimiento".

Asimismo, el director general de Mercados de Deuda de UniCredit Markets & Investment Banking, Vittorio Ricci, señaló que este tipo de iniciativas "contribuye" a la eliminación de barreras regionales entre los mercados financieros de la UE para ofrecer a los inversores las ventajas de la integración europea. Esta puede servir a objetivos muy importantes; en este caso, a la protección del clima y el desarrollo sostenible".
En los últimos cinco años, el BEI ha financiado proyectos de energías renovables por valor de más de 2.200 millones de euros. Para el periodo 2007-2009, esta institución ha puesto en marcha el 'Plan Operativo Empresarial' que establece un objetivo anual de 600-800 millones de euros en préstamos para proyectos de energías renovables.

EN LINEA CON LA UE
Esta estrategia coincide con el anuncio, a principios de año, de la Comisión Europea, que propuso que la UE recorte sus emisiones de efecto invernadero un 20% de aquí a 2020 respecto a los niveles de 1990 para mantener su papel de liderazgo en la lucha contra el cambio climático. Este objetivo unilateral sería mantenido por los Veintisiete incluso aunque no se alcance un acuerdo a nivel internacional similar para el periodo posterior a 2012, fecha en la que vence el protocolo de Kioto.

El Ejecutivo comunitario propuso también un objetivo obligatorio en 2020 del 20% en la cuota de las energías renovables sobre el conjunto de la generación energética de la UE, que abarca los tres sectores renovables: electricidad, biofuel y calefacción y refrigeración. A ello se suma un objetivo mínimo del 20% para el biofuel. A ello se sumará un incremento del 50% en los fondos de la UE para la investigación en energía durante los próximos 7 años.
Bruselas reiteró su objetivo de ahorrar un 20% del consumo energético de la UE en 2020 a través de un estricto plan de eficiencia. Si se logra esta meta, los Veintisiete usarían en 2020 aproximadamente un 13% de energía menos que hoy, y ahorrarían 100.000 millones de euros y 780 toneladas de CEO2 cada año.
(Europa Press)