“Las redes sociales no generan valor en sí mismas, depende del uso que se les dé. Como cualquier herramienta, somos nosotros los usuarios, los que determinamos el resultado. De hecho pueden ayudar a generar valor y también a destruirlo”, fue una de las conclusiones rescatadas en la plataforma.

Por un lado, existen empresas que generan valor económico o monetizable y que usan las redes como un negocio en sí mismo (Groupon, Instagram, Foursquare, Kickstarter y Airbnb)

En otros casos, se concentran el valor social, como en los casos relativos a la innovación social (crowdfunding y crowsourcing)

Por último, las redes sociales son un ámbito ya ineludible para la generación de confianza a través de la transparencia y rendición de cuentas.

En el caso de las empresas, requieren una estrategia clara de negocio y de comunicación y también son cada día más importantes para la reputación de  las empresas. Contribuyen a construir su reputación. Por ello es importante no sólo lo que otros dicen de una compañía en las redes sino también lo que ésta comunica a través de ellas, cómo responde a los comentarios y cómo interactúa con sus públicos.

¿Qué parte de la reputación de una empresa se construye en las redes sociales?, se preguntó Alberto Andreu, responsable de Reputación y Sostenibilidad de Telefónica. Argumentó que “las compañías tienen marca pero la reputación depende de lo piensan, perciben y sienten los clientes y el conjunto de la sociedad.  Para Andreu “la reputación y el valor están relacionados. Y cuando tuiteo contribuyó a la reputación de mi empresa”.