La Comunidad de Murcia evaluó el nivel de RSE de sus empresas
La Consejería de Universidades, Empresa e Investigación, a través del Instituto de Fomento y de la Fundación Séneca, ha colaborado en la elaboración del estudio “Nivel de RSC de las empresas de la Región de Murcia”, la primera investigación que se realiza sobre el grado de RSE de las empresas. El grupo de interés al que más esfuerzos dedican las empresas de la Región de Murcia son los clientes. Le siguen los empleados, el medio ambiente y los proveedores, y en último lugar se encuentra la comunidad local. Las prácticas que más se realizan con los clientes son el respeto a la privacidad de sus datos, dar respuesta a sus quejas y tomar medidas para prevenirlas.
Este estudio, realizado por investigadores del Observatorio RSC-Pyme y de la Cátedra de RSC de la Universidad de Murcia, pone de manifiesto el compromiso que las empresas de la Región de Murcia han adquirido con la RSC y cómo han intentado mejorar las relaciones con sus grupos de interés en asuntos económicos, sociales y medioambientales.
El estudio ha sido realizado sobre una muestra de 552 empresas de la Región de Murcia divididas por su tamaño (microempresas, pequeñas, medianas y grandes) y el sector al que pertenecen (industrial, construcción, comercial y de servicios). Según destacó el director del Instituto de Fomento, Juan Hernández, “la RSC implantada en la empresa equivale a una mejora de la competitividad. Este estudio nos ayuda a conocer dónde estamos y hacia dónde debemos encaminar nuestras decisiones para que las empresas sean cada día más responsables independientemente de su tamaño o su actividad”.
Entre las principales conclusiones del estudio destaca que las empresas de la Región de Murcia consideran la RSC, no sólo como una cuestión de ética, sino incluso como un sistema de gestión y competitividad para la empresa. Las principales razones que impulsan a las empresas a desarrollar iniciativas de RSC son la reputación, la fidelización de los clientes y el cumplimiento de la legislación. Desde el punto de vista del tamaño, son las grandes empresas las que más políticas de RSC desarrollan y las que más políticas de apoyo tienen entre sus grupos de interés.
En relación a las barreras que encuentran las empresas a la hora de implantar la RSC, la falta de tiempo, de recursos financieros, de información adecuada y de formación en esta materia son las principales.
Con los trabajadores, las empresas de la Región dan formación en prevención de riesgos laborales, reconocen la importancia de la estabilidad laboral para sus empleados y la sociedad y les apoyan cuando quieren continuar formándose. Por el contrario, en menor medida diseñan planes de carrera profesional, los empleados participan en la toma de decisiones empresariales, o les dan prestaciones sociales no exigidas por ley.
Desde el punto de vista del medio ambiente, las acciones que más realizan son reutilizar y reciclar materiales, minimizar el impacto ambiental de sus actividades y realizar inversiones para ahorrar energía. Con la comunidad local, las prácticas más frecuentes son considerarse parte de ella y preocuparse por su desarrollo así como mantener relaciones transparentes con los políticos locales.
Con respecto a los proveedores, las empresas en primer lugar procuran conocer las condiciones sociales y medioambientales de los productos que compran, intentan comprar siempre a proveedores de la zona y, en tercer lugar, establecen políticas de relaciones con los proveedores basadas en el beneficio mutuo.
El estudio ha contado con la colaboración del Instituto de Fomento de la Región de Murcia, la Fundación Séneca, la Cátedra de Responsabilidad Social Corporativa de la Universidad de Murcia, el Círculo de Economía de la Región de Murcia y el Colegio de Economistas de la Región de Murcia. También han colaborado entidades como Agromediterránea, Aguas de Murcia, Hero, Fundación Cajamurcia, Ayuntamiento de Molina de Segura, Fundación Cepaim, Fundación Diagrama y Grupo Fuertes.