En una carta enviada a casi 7000 empresas  por George Kell, Director Ejecutivo de la oficina del Pacto Global de Naciones Unidas, se comunica que con el fin de poder brindar una mejor propuesta de valor para sus miembros la iniciativa requiriere niveles de financiamientos más altos, y que con el fin de seguir siendo un “participante activo”, cada empresa deberá hacer una aportación anual voluntaria, de acuerdo a sus niveles de facturación.

“Si bien la política nueva de contribución comienza a tener validez  este año, entrará plenamente en vigor en 2014, para poder dar tiempo a que las empresas la puedan incluir en sus planificaciones presupuestarias- aclaró Kristen Coco -vocera de la oficina de Nueva York del Pacto Global, en diálogo con ComunicaRSE- Es importante tener en cuenta que el Pacto Global continuará siendo una iniciativa voluntaria y no una organización de socios”, añadió.

Las empresas contribuyentes como “participantes activos” serán públicamente reconocidas, tendrán acceso exclusivo a todas las actividades del Pacto Global y podrán utilizar el logo “Apoyamos el Pacto Global”. Las empresas que no realicen la contribución a nivel global, no recibirán estos beneficios pero aún así serán consideradas signatarias de los principios del Pacto Global.

La noticia sembró confusión entre las empresas miembro y las redes locales nacionales del Pacto Global, porque con la nueva política no queda claro cómo quedará la situación de las empresas a nivel local.

Fuentes de diversas redes locales consultadas por este medio manifestaron estar en desacuerdo con la nueva política y la forma en que fue establecida, porque afectaría las condiciones de adhesión voluntaria. La Oficina del Pacto Global, sin embargo, sostiene que los fundamentos de voluntariedad no se alteran. Las redes locales, por parte,  consideran que con esta política se establece una suerte de competencia entre la Oficina del Pacto Global de Nueva York y las distintas Redes Locales en la búsqueda de recursos económicos.

Aún en este escenario, esas mismas voces reconocen que el crecimiento del Pacto demanda mayores recursos, a la vez que el presupuesto de la ONU tiende a achicarse, y en consecuencia  ven razonable que una iniciativa para el sector privado se financie con el apoyo de las empresas.

Se espera,  en breve, una nueva carta aclaratoria para todas las empresas por parte de las redes locales, donde se invitará a hacer aportes a través de dichas redes.

En los hechos, la oficina del Pacto Global de Nueva York hace varios años solicita aportes voluntarios a las empresas, aunque esto no les otorgaba ningún status especial. En los últimos años el promedio de empresas aportantes fue del 13%.

Lo mismo sucede con varias redes locales (Chile, España, Colombia), que desde hace años impusieron una membresía y crearon dos categorías de miembros al interior de sus países. La Red Argentina desde años viene solicitando aportes voluntarios a sus miembros pero sin establecer distinciones de ningún tipo.