La investigación arroja resultados en dos áreas: la primera referida a las relaciones de confianza entre los ciudadanos y las empresas, determinando la intensidad de la confianza y los ámbitos prioritarios a trabajar para fortalecer dichas relaciones. Segundo, se entrega un análisis sobre los desafíos ciudadanos de sustentabilidad, identificando los aspectos más relevantes para los ciudadanos y la evaluación del desempeño de la principal industria regional.

En términos generales, el nivel de confianza en todas las categorías de empresa evaluadas es deficiente. En una escala de 1 a 7, las evaluaciones bajo nota 4 presentan una media total de 55,1 %, y a excepción de la categoría mineras, que muestra igual porcentaje en ambas evaluaciones, sólo se encuentran netos 64 negativos, indicando que en todos los casos hay más personas que evalúan con notas de poca y nada confianza (1 a 4) que alta y muy alta (6 y 7).

Entre las empresas con bajos niveles de confianza, destacan las Isapres y AFP. 

Tal vez uno de los resultados más llamativos es la percepción que tienen los ciudadanos de Antofagasta y Calama sobre el comportamiento de las mineras en relación a sus comunidades de impacto. El desempeño de estas compañías en materia de vinculación con sus grupos de interés obtuvo buenas evaluaciones, no así en lo relacionado con medio ambiente, donde la mayoría de los encuestados consideró que aún falta un mayor compromiso por parte de estas compañías en esta materia.

En el caso específico de Santiago, por ejemplo, la variable del endeudamiento fue el tema que denotó mayor importancia por parte de las personas consultadas mientras que en ciudades como Viña del Mar, Valparaíso y Puerto Montt, el mayor desafío para las empresas se relacionó con los bajos sueldos pagados en estas zonas.

Por otro lado, las instituciones financieras y bancos en Santiago presentan los más altos niveles de desconfianza (61%) y los menores niveles de confianza (19%), situación que no difiere del promedio total regiones.  

Las áreas más demandadas por los ciudadanos a las empresas son la mejora de las condiciones laborales, el trato justo y las condiciones de seguridad, junto con el cuidado del medioambiente y la no contaminación, así como una mayor transparencia e información más clara.