Casos de buenas prácticas en tratamiento de Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE)
La organización GSMA que representa los intereses de los operadores móviles en todo el mundo presenta un informe con casos destacados de miembros que han realizado acciones en reciclaje de equipos de redes; esquemas de logística inversa para acopiar y tratar dispositivos móviles, cargadores y baterías en desuso; campañas de concientización sobre la problemática del e-waste e inversiones en plantas de reciclaje.
Para GSMA, América Latina tiene dos características que condicionan el accionar de los operadores móviles: la excesiva rigidez de los marcos legales y la falta de infraestructura para el tratamiento de estos desechos.
Los proyectos y campañas incluídos en el informe de GSMA se destacan por surgir por iniciativa propia de las empresas dado que los países de la región carecen de marcos legales específicos y sólo en los últimos años se ha comenzado con la confección y aplicación de normas referidas al e-waste –como son los casos de ecuador y Brasil.
No obstante, en comparación con otras legislaciones –como es el caso de la ley española– los marcos legales latinoamericanos carecen de esquemas de gestión integrada, colectiva y coordinada. Para GSMA Esto decanta en normativas rígidas y de aplicación dificultosa para las operadoras que deben asumir el rol de fabricantes de un artefacto que no producen.
Además, América Latina carece de la infraestructura necesaria para abastecer los procesos de gestión de grandes cantidades de RAEE. Por ejemplo, de acuerdo con la publicación especializada Waste Management World, la falta de infraestructura para la recolección y el tratamiento de los residuos sólidos hace que Brasil pierda cerca de USD13 mil millones al año.
El Informe destaca el caso de Movistar ecuador que aún en una coyuntura compleja sin marcos legales trató en 2013 cerca de 112.321 celulares, accesorios, baterías y cargadores en desuso de sus clientes. Otro caso es la operadora OI de Brasil que lleva a cabo una inversión de 10 millones de dólares en cinco plantas de reciclaje de la empresa.
Para el informe, la región necesita un ecosistema de negocios que contemple productos con ciclos de vida extendidos, actores que asuman su responsabilidad en cadenas de valor eco-eficientes y marcos regulatorios que propicien una gestión integrada de desechos electrónicos.