Institutos de RSE y Sustentabilidad como Comunidades de Prácticas
En un reciente artículo publicado por Alberto Willi, Profesor del IAE de la Universidad Austral, se analizan los desafíos que tienen por delante los Institutos de RSE y Sustentabilidad. Dentro de las oportunidades de mejora que señala aparecen la necesidad de no quedarse en la motivación y difusión de prácticas, y pasar más a la aplicabilidad. “Los programas y acciones comunicados siempre terminan sonando bien, pero es del proceso del que podemos aprender, y llevarnos lecciones aplicables”, afirma.
Entre los distintos ‘findings’ de mi tesis de doctorado (en breve realizaré una presentación abierta a la comunidad para compartirlos), uno de los que me parece más interesantes es el que plantea que los Institutos de RSE y Sustentabilidad –en un sentido amplio del término- tanto los que tienen alcance nacional como local (solo por nombrar algunos que entran en esta amplia categoría IARSE, CEADS, MOVERSE, VALOS, AMCHAM, COMUNICARSE, PACTO GLOBAL) funcionan como Comunidades de Prácticas (CoPs - Communities of Practice). Las CoPs son un “conjunto de personas que se comprometen con regularidad en cierto objetivo común” (“a community of practice is a collection of people who engage on an ongoing basis in some common endeavor). Las CoPs permiten desarrollar una temática común entre personas que vienen de distintos lugares y a su vez permiten el desarrollo de una actividad que los nuclea e identifique. Las CoPs generan una identidad común de una grupo de personas, y a su vez permiten establecer un estándar para dicha actividad. En este sentido, se podría decir las CoPs pueden funcionar como los colegios profesionales, pero de una manera más informal y desestructurada.
Durante mi investigación, en la realicé entrevistas a los responsables de la RSE o Sustentabilidad de empresas locales de distintos tamaños e industrias de la Argentina, la gran mayoría de los entrevistados identificaron los Institutos de RSE o Sustentabilidad como lugares de encuentro, lugares “seguros”, donde se compartían las mejores prácticas, y se aprendía del ejemplo de los otros. A su vez, se identificaba a estas organizaciones como las que toman prácticas, estándares, y normas del exterior y las difunden en el ámbito local. Son lugares que traducen -literal y metafóricamente- lo que pasa afuera del país.
Por otro lado, dentro de las empresas muchas veces los temas de RSE y Sustentabilidad son resistidos, y los encargados de estás temáticas tienen una tarea que, por un lado, es mostrar los beneficios prácticos y de corto plazo de las temáticas de RSE y Sustentabilidad, pero por otro lado, tienen la tarea de realizar un cambio cultural dentro de la organización en el largo plazo. Estas tareas generan resistencias y ciertas presiones. Los institutos de RSE y Sustentabilidad, funcionando como CoPs, se presentan como lugares en donde “todos pensamos que la RSE es algo importante” y la tarea de convencer se deja de lado. En este sentido, son lugares seguros, y en los que es posible “relajarse” y conectarse con la propia tarea. En este sentido, estos lugares también sirven para “reconectarse con la fuente, y volver a encontrar motivación para volver renovados a nuestras empresas”.
El lado más negativo de este tipo de organizaciones, según los entrevistados, es que se quedan en la motivación y difusión de prácticas, pero les cuesta bajar a la aplicabilidad. Quizás este sea un objetivo que escapa a estas organizaciones, y la aplicabilidad de lo difundido o compartido sea algo que deban hacer las empresas por su lado. Asimismo, si bien puede haber una idea de que se habla mucho y se hace poco, considero que es muy útil tener estas CoPs que se muestran como espacios comunes, donde se comparten casos y experiencias, y se comparten buenas prácticas. Finalmente, es interesante plantear que las Cámaras Empresarias y Asociaciones Industriales, salvo algunas pocas excepciones, no tienen a la RSE y a la Sustentabilidad en la agenda, y muchas de estás organizaciones son percibidas como organizaciones que responden a un modelo de empresa antiguo.
Fuera ya de mi investigación, pero por mi experiencia personal en estos años, quizás lo que haga falta en en los Institutos de RSE y Sustentabilidad es hacernos preguntas más desafiantes. Uno tiene la sensación de que quien presenta su caso en estos ámbitos siempre camina por ‘el lado luminoso de la vida’ y que las sombras quedan ocultas. Creo que nos estamos perdiendo el aprendizaje real de pensar cuáles son los obstáculos para llevar adelante una buena política de RSE y Sustentabilidad en las organizaciones, y contra qué cosas se lucha todos los días. Los programas y acciones comunicados siempre terminan sonando bien, pero es del proceso del que podemos aprender, y llevarnos lecciones aplicables.
Creo que estas CoPs han realizado la primer gran labor, instalar el tema, ser un lugar de encuentro, donde las empresas pueden ir a preguntar, averiguar y formarse. Luego de más de 10 años de RSE en Argentina, creo que ha llegado el momento de empezar a hablar de los temas que no hablamos, o mejor dicho, de los que sí hablamos pero no en público. Recuerdo en una conferencia donde el número uno de una empresa muy reconocida acababa de terminar de decir que “la sustentabilidad está en el ADN de la empresa”, el responsable de estos temas en la empresa me miro y me dijo “estará en el ADN, ahora falta que llegue a su agenda del día a día”. Sobre esa frustración es sobre la que tenemos que hablar a la luz del día, y aprender entre todos, como una comunidad de práctica para seguir mejorando.