En 2011, los inspectores brasileños encontraron casos de esclavitud moderna en la cadena de suministro de Zara. Tras el escándalo, Zara prometió mejoras y seguimiento de su cadena de suministro. Los nuevos resultados de la inspección y el informe de la investigación 2015 revelan que Zara no está cumpliendo con los acuerdos alcanzados con las autoridades brasileñas en ese momento. Además, el informe expone estrategia legal chunga de Zara para evitar la responsabilidad por los abusos de derechos laborales brasileñas.

Zara es una de las marcas de Inditex cuya popularidad se debe a su capacidad única para ofrecer las últimas tendencias de las pasarelas a precios asequibles y a una velocidad récord. Esto se logra no sólo mediante la gestión de sus propias fábricas, sino también por medio de una amplia red de proveedores repartidos por varios países, que deben ser capaces de trabajar rápido y de manera flexible. Para cumplir con plazos ajustados y ser capaz de completar pedidos imprevistos, los fabricantes pueden subcontratar determinados procesos de producción o incluso cambiar las órdenes completas a otras fábricas y lugares de trabajo, a menudo sin informar al comprador. Esta forma de trabajo ha dado lugar a una cadena de suministro oscura que fue denunciada por los inspectores brasileños en 2011.

Estas inspecciones son parte de un paquete de medidas que el gobierno de Brasil ha lanzado con el fin de detectar y abolir la esclavitud moderna. Después de las inspecciones, las autoridades brasileñas llegaron a un acuerdo con Zara en la que la empresa se comprometió a llevar a cabo mejores y más frecuentes inspecciones de proveedores con el fin de evitar infracciones. El informe de SOMO y Repórter Brasil revela que Zara aún no está monitoreando su cadena de producción lo suficiente, y que la empresa no está cumpliendo con los requisitos de información especificados en el acuerdo. Así lo confirma el reciente informe de la inspección del trabajo brasileña. Según este informe sesenta y siete proveedores se revisaron, y se encontró un sinnúmero de violaciones de los derechos laborales, como el exceso de horas extraordinarias y violaciones de salud y seguridad en el trabajo.

Se cuestiona que Zara está llevando a cabo una estrategia legal en Brasil para evitar las inspecciones. Las 2.011 inspecciones ponen Zara en riesgo de entrar en la llamada "lista sucia" del ministerio de trabajo y empleo de Brasil - un registro de empresas que emplean trabajadores atrapados en condiciones análogas a la esclavitud. Zara presentó una demanda alegando que la lista es inconstitucional. La empresa puede deliberadamente invalidar un instrumento jurídico muy eficaz con esta estrategia de defensa.

Más información: SOMO.