Con el paso de los años, el rol de los directores financieros –en adelante CFOs– fue transformándose de manera notable. En un pasado no muy lejano, su atención rara vez se desviaba de los números duros, mientras que hoy en día deben asumir una creciente responsabilidad sobre impactos que van más allá del desempeño económico, siendo uno de ellos la sostenibilidad. En este sentido, es importante señalar que los CFOs, al tener mayor participación en estos nuevos temas, pueden brindar una visión más amplia, sostenida en su profundo conocimiento financiero.

El documento que se adjunta, incluye los resultados publicados en 2014 de una encuesta efectuada por Deloitte a CFOs de 250 empresas de 15 industrias, cuyos ingresos anuales superaban los 1.000 millones de dólares.

Entre los principales resultados hallados, se destacan los siguientes:

-          Casi las tres cuartas partes de los encuestados encuentra un fuerte vínculo entre el desempeño de la sostenibilidad y el financiero. Este hallazgo es sumamente importante ya que los CFOs deben percibir un lazo entre las inversiones en sostenibilidad y la gestión financiera de su organización a fin de poder apoyar tales inversiones.

-          Los principales riesgos financieros identificados son tanto los precios de las materias primas como los de la energía.

-          Se le otorga un importante valor a la verificación externa de los reportes de sostenibilidad: el 55% de las organizaciones encuestadas verifican sus reportes y un 31% planean hacerlo dentro de los próximos 2 años. Esto representa un cambio significativo respecto a años anteriores, considerando que en 2012 las cifras registradas fueron de 28% y 29%, respectivamente.

 Hoy en día resulta claro que los CFOs cumplen un papel determinante en cuestiones de sostenibilidad. A fin de enfocar de manera más eficiente el tiempo y el esfuerzo que le dedican, Deloitte recomienda ayudar a alinear las iniciativas de sostenibilidad con la estrategia de negocio y comprender los riesgos a los que se enfrentan. Además, recomienda monitorear las expectativas de los inversores, brindar orientación sobre las prácticas de reporte y comunicación, y participar en el trazado de la hoja de ruta de la sostenibilidad.