En los últimos meses se han multiplicado las críticas a la empresa por el impacto ambiental de las cápsulas de las máquinas de Nespresso. Un caso fue el estudio de David Rojas del Centro de Investigación en Epidemiología Ambiental de España, que presentó resultados de los impactos de las cápsulas de café Nespresso en la salud de las personas y en el medio ambiente.

“Hay tres motivos que demuestran el impacto al medio ambiente”: Primero: por la energía enorme que se utiliza durante todo el proceso de fabricación de una cápsula. Segundo: por el gran consumo energético que se genera en el transporte y en el embalaje. Y, tercero: por la gran cantidad de residuos que provoca una única taza de café, lo que no ocurre con un café molido o en grano. Además, hay que añadir que la producción del café de Nespresso, excepto el café Lungo Forte, no respeta la biodiversidad en la zona donde se cultiva, ni tampoco se basa en una agricultura sostenible o responsable”, afirma Rojas.

Otras denuncias relacionan la industria del café con violaciones a los derechos humanos. Según un informe del centro de investigación y comunicación independiente danés DanWatch hay varias empresa involucradas, entre ellas Nestlé, con plantaciones con malas condiciones de trabajo en Brasil.

Nestlé y Jacobs Douwe Egberts admitieron que su café puede contener granos de las plantaciones brasileñas que utilizan mano de obra esclava. El grupo danés pasó siete meses investigando la industria, hablando con los agricultores, expertos y sindicatos, inspeccionando plantaciones junto con las autoridades brasileñas y siguiendo los granos a través de una complicada cadena de suministro desde la plantación hasta el mercado mundial, pasando por los intermediarios.

Los investigadores afirman que las violaciones de los derechos humanos están muy extendidas en toda la industria lucrativa del café de Brasil, con centenares de trabajadores rescatados de condiciones análogas a la esclavitud cada año.

A raíz de estas denuncias, ciudades como Hamburgo están adoptando estándares de sustentabilidad en sus compras. La ciudad de Hamburgo dejará de comprar cápsulas de café, entre otros productos para los cuales gasta anualmente unos 250 millones de euros.

También a raíz de esta polémica, Nespresso ha lanzado una nueva iniciativa llamada The Positive Cup con el objetivo de asegurar la sostenibilidad a través de la cadena de valor de la compañía y conseguir en 2020 el bienestar social de los caficultores, el reciclaje del 100% de las cápsulas y reducir la huella de carbono.

Para lograr sus objetivos, Nespresso cuenta con la colaboración de Rainforest Alliance, Fairtrade International, TechnoServe, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y el embajador de la marca, George Clooney.

Otra de las ambiciones de la compañía para 2020 es conseguir que el 100% del café proceda de fuentes sostenibles a través de su programa AAA Sustainable Quality iniciado en 2013 que consiste en proteger los ecosistemas, la fauna y la flora.

Con el programa “AAA” Nespresso también prevé reducir un 10% adicional su huella de carbono a través de la plantación de árboles y la protección de las zonas agrícolas con las que trabaja para que no se vean dañadas por el cambio climático. En España y América Latina la compañía “centra sus esfuerzos en el reciclaje de cápsulas”. En este sentido, cuenta desde 2009 con su propio sistema de recolección y reciclaje de las cápsulas, con más de 1.000 puntos de recogida de cápsulas usadas en Boutiques Nespresso, puntos de venta de máquinas y puntos municipales.

Además del reciclaje del aluminio, desde 2011 también reciclan los posos de café que quedan en las cápsulas, con los que se enriquece el abono utilizado en los campos de arroz del Delta del Ebro.