Promover empresas familiarmente responsables
El Día Internacional de la Familia (15 de mayo) fue proclamado por la Asamblea General de las Naciones Unidas para resaltar la importancia que la comunidad internacional le otorga a la familia. El tema de la celebración de este año se centra en el Objetivo de Desarrollo Sostenible 3: Garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos en todas las edades.
La familia es la institución elegida por el hombre y la mujer para su organización en sociedad. Lo más básico de las relaciones interpersonales lo aprendemos, desde la infancia, en el seno de ella. Los valores que nos enseña serán los que nos acompañarán durante toda nuestra vida. No hay dudas de que todo lo que acontece hacia dentro de las familias termina teniendo impacto en el desarrollo social y económico de todo un país. Por eso, desde el sector corporativo no podemos desconocer que invertir en familia es invertir en capital humano.
Apoyar a la familia desde el mundo del trabajo implica que cada persona pueda asumir sus responsabilidades laborales sin descuidar las demandas familiares, alcanzando una trayectoria profesional que integre esos dos ámbitos del desarrollo humano. En este sentido, es indispensable trabajar en pos de impulsar un liderazgo, una cultura, políticas, prácticas y procesos que faciliten la integración de la vida laboral, familiar y personal de todos los colaboradores. Numerosas experiencias ya están demostrando que cuando las compañías asumen este compromiso consiguen mejores resultados en términos de sentido de pertenencia, motivación y satisfacción de los colaboradores, así como también mejores resultados de performance.
La calidad de vida de las familias se encuentra directamente ligada al bienestar social general. Por eso, es responsabilidad de todos los actores fortalecerla. Así, el sector empresarial debe tener presente que facilitar condiciones de flexibilidad para conciliar familia y trabajo es revalorizar y honrar a la institución familiar.
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