El tema del plástico oceánico se ha vuelto un eje crítico de la agenda de políticas mundiales, desde la adopción por las Naciones Unidas del Objetivo de Desarrollo (ODS) 14, que insta a llevar adelante medidas para frenar la contaminación de los océanos. Si el sector privado no activa medidas urgentes, en 2050 podríamos tener más plástico que peces en los océanos.

Hoy en día, al menos 8 millones de toneladas de plásticos se filtran al océano cada año. El costo de capital natural de la contaminación plástica marina se estima en al menos $ 4.7 mil millones por año en la industria de bienes de consumo.

Con el tiempo, se han multiplicado las investigaciones sobre la economía del plástico. Por ejemplo, el Foro Económico Mundial y la Fundación Ellen MacArthur presentaron un informe que evalúa el impacto de la aplicación de los principios de economía de los flujos circulares de plástico. El informe propone una serie de principios para evitar que los plásticos nunca se conviertan en residuos y esboza medidas concretas para lograr el cambio sistémico necesario.

Aproximadamente el 80% de los desechos marinos - incluyendo plásticos - proviene de fuentes terrestres. Las empresas tienen un papel clave que desempeñar en la solución de este problema mundial. Por ello, el WBCSD lanzó una Hoja de ruta para reducir los desechos oceánicos y presenta un documento con el Caso de Negocio para la reducción del plástico en los océanos.

El documento reúne la experiencia de empresas líderes que han desarrollado soluciones para reducir la basura marina. Estas soluciones van desde innovaciones específicas en la industria hasta asociaciones de múltiples partes interesadas.

Se presenta el Caso de Negocio para la reducción del plástico en los océanos y tres claves para llevarlo adelante:

1. Las empresas pueden y deben jugar un papel clave en el tratamiento de los desechos a través de lograr que más empresas se sumen y las soluciones sean escalables.
2. Hay cuatro razones de negocio que definen el impacto material de los desechos marinos en una empresa: mantener el núcleo del negocio, mejorar la marca y la reputación, obtener ventajas competitivas y mejorar las operaciones comerciales.
3.  Hay un impacto social comprobado que las empresas pueden generar a través del  compromiso de reducir los desechos marinos.

El documento menciona numerosos argumentos para motivar a las empresas a participar en la prevención de los residuos plásticos. Profundiza en cuatro ideas principales que motivan a trabajar en este tema, y propone cuatro modelos piloto y sus respectivos riesgos y oportunidades a considerar.

El informe además detalla buenas prácticas corporativas y resultados de iniciativas de reducción de desechos marinos a través de una serie de estudios de casos.  Como por ejemplo, la empresa La empresa Dow Chemical que anunció en septiembre 2016 que gastaría 2,8 millones de dólares más en los próximos dos años para impulsar soluciones a los desechos marinos. 

Otros casos incluyen a la empresa  Dell que lanzó un programa piloto para producir las primeras bandejas de embalaje con un 25 % de contenido plástico de los océanos y reciclado. Y la empresa Unilever que desarrolla tecnología para evitar que millones de sachets y bolsas terminen en los océanos 
Finalmente destaca los beneficios de negocio de las soluciones para reducir los desechos oceánicos, como generar beneficios sociales y económicos, creando valor compartido más allá de las paredes de la empresa. Un ejemplo, es la creación de empleo, a través del impulso del sector del reciclado.

En última instancia, este informe es un llamado a la acción para todo el sector privado para acelerar la acción para reducir este residuo en los océanos.