Gabriel Berger y Leopoldo Blugerman, del Centro de Innovación Social de la Universidad de San Andrés, presentan el estudio de caso: La Fundación Ford en la Argentina. Cinco Décadas de Inversión Social Privada al Servicio del Desarrollo y de la Protección y Ampliación de los Derechos Humanos.

El documento ofrece un panorama general de las actividades de la Fundación Ford en sus primeros 50 años de actuación en la Argentina (1960-2010), y analiza a las ciencias sociales, la defensa de derechos humanos, la reducción de la pobreza, y la promoción de derechos y oportunidades para las mujeres.

En una primera parte, el documento brinda una presentación de las donaciones realizadas por la Fundación en el país y las líneas temáticas apoyadas en las cinco décadas de actuación.  En un primer período, destaca como principales receptores de donaciones, organismos públicos como CONEA y CONICET, apostando por la investigación y el desarrollo. Luego, con el retorno a la democracia en el país, el trabajo se centró fundamentalmente en la defensa de lo que se denominan derechos humanos “tradicionales” expresados en la búsqueda del juicio y castigo a los responsables de violaciones a los derechos humanos.  Pero con el aumento de la desocupación y la pobreza que ocurrieron desde fines de la década del 90, y la crisis económica del 2001, las acciones de la Fundación estuvieron a orientar a reducir la pobreza, como reflejan las 22 donaciones por un total de US$ 2.959.000 realizadas en 2001.

Continúa con un análisis de la contribución en los principales ejes de actuación, con foco en su trabajo en el campo del desarrollo, en particular en las ciencias sociales, la promoción y defensa de derechos humanos, la reducción de la pobreza, y derechos y oportunidades para las mujeres. En este apartado, se destaca la influencia de la Fundación Ford en la educación, ya que realizó diversos aportes en el campo de la educación formal, apoyando proyectos vinculados con la generación de reformas en el sistema educativo y la introducción de innovaciones pedagógicas, como, por ejemplo, el uso de las nuevas tecnologías en el aula y en la formación docente.

Luego, se examina el replanteo de la agenda de la Fundación en la Argentina a partir del año 2008, cuando se redefinieron las prioridades regionales y la Argentina dejó de estar entre los países prioritarios para la inversión de la Fundación. En este aspecto, ocurrió que Argentina pasó a ser considerado un país-recurso y por lo tanto dejó de ser receptor de financiamiento orientado a consolidar agendas temáticas.

Por último, el estudio expone el papel significativo que ha desempeñado la Fundación Ford en el desarrollo de instituciones que han jugado papeles de significativa relevancia en la Argentina, en particular en el campo de las ciencias sociales y en la promoción y defensa de derechos humanos y cívicos.