Pocos avances en materia climática en la conferencia de Bonn
La reunión realizada en Alemania dejó en evidencia lo dificultoso que le resulta al sistema internacional diseñar un marco institucional global que garantice la puesta en marcha del Acuerdo de París. Los principales compromisos de las empresas y la mirada crítica de ONG y sindicatos.
- Los avances del sector privado
Desde el ámbito corporativo, el anuncio más ambicioso fue el de Microsoft que prometió reducir sus emisiones operacionales de carbono en un 75% para el año 2030, teniendo 2013 como línea de base, con lo que ahorrará más de 10 millones de toneladas de emisiones.
“El sector privado puede ser un catalizador para el cambio. La inteligencia artificial y la nube permiten a las empresas y los gobiernos tomar decisiones más inteligentes y en tiempo real que reducen las emisiones y reducen el consumo de recursos en áreas que van desde edificios hasta transporte, desde fabricación hasta agricultura y producción y distribución de electricidad”, sostuvo Brad Smith, Presidente y Chief Legal Officer al realizar el anuncio.
Otras grandes empresas se sumaron al grupo de las que está estableciendo metas de reducción de impacto sobre bases científicas del programa “Science Based Target” (SBT). En el transcurso de la conferencia se anunció que Danone, Telefónica y Fuji se sumaban a la iniciativa.
El SBT surge de la colaboración entre el Pacto Mundial de Naciones Unidas, Carbon Disclosure Project (CPD), World Resources Institute (WRI) y World Wide Fund for Nature (WWF), con el fin de promover objetivos de reducción de emisiones más ambiciosos, facilitando así la transición y crecimiento de las actividades empresariales hacia una economía baja en carbono. Para que esos objetivos sean aprobados, deben alinearse con el Acuerdo de París, que pretende alcanzar una descarbonización para que el aumento de la temperatura global sea inferior a 2 grados centígrados, a final de siglo, con respecto a la época preindustrial.
En materia de energías renovables y movilidad sustentable la sorpresa la dio el Grupo BMW cuando anunció que para 2020 estará produciendo a partir de un 100% de energía renovable en sus fábricas. Cumplir el objetivo significa que el fabricante de automóviles comprará energía limpia local en sus 31 plantas de producción en 14 países, dijo el Jefe de Compras de la empresa, Mark Duesmann. BMW ya está recibiendo energía de diversas fuentes, como turbinas eólicas, en su planta de Leipzig, Alemania. También está obteniendo gas metano de un vertedero cerca de su operación de Spartanburg en Carolina del Sur.
Por su parte, Volkswagen anunció que invertirá $us. 40 mil millones en tecnología de movilidad eléctrica para 2022 y que se embarcará en la electrificación o hibridación de cada uno de sus aproximadamente 300 modelos de marca, incluidos los modelos de Audi, Porche, Seat y Skoda. Asimismo, informó que se prepara para el lanzamiento de la nueva generación Golf hatchback y que no sólo aumentará la producción de automóviles eléctricos en Alemania sino que en el futuro pasará a producir exclusivamente vehículos de emisiones cero.
- Las negociaciones entre países
La ministra de Exteriores de Ecuador y vocera del “G77 más China”, María Fernanda Espinosa, narró que han habido días de “tensiones” en las negociaciones, porque “es imprescindible que haya recursos financieros nuevos, predecibles y sostenidos a lo largo del tiempo para que las naciones más pobres puedan hacer frente al calentamiento”.
Finalmente, se acordó que los países desarrollados deberán emitir informes transparentes y que detallen cuánto dinero aportan para que los países en desarrollo puedan hacer frente al cambio climático.
El tema de la financiación demoró la adopción del acuerdo debido a que los países en desarrollo exigían a los ricos que reportasen con dos años de antelación cuánto dinero iban a aportar y en qué plazos, con el objetivo de que pudieran saber con qué fondos contaban.
- ¿Hubieron realmente avances?
Un grupo de organizaciones ambientales e indigenistas salieron al cruce de las soluciones del precio al carbón. “Los sistemas del mercado de carbono no mitigarán el cambio climático, no harán avanzar las estrategias de adaptación y no servirán a las comunidades más vulnerables que enfrentan los impactos del cambio climático, solo protegerán la industria petrolera y las grandes empresas", acusa el informe presentado por The Climate Justice.
De acuerdo a estas organizaciones el precio de carbono, el comercio de bonos de carbono, las compensaciones de carbono y REDD + son “mecanismos fraudulentos” de mitigación del cambio climático que ayudan a “las corporaciones y gobiernos a continuar extrayendo y quemando combustibles fósiles”. Los ingresos distribuidos a las comunidades por el comercio de carbono o la fijación de precios del carbono nunca compensan la destrucción causada por los procesos de extracción y contaminación necesarios para obtener esos ingresos.
“El movimiento sindical abandonó París en 2015 con la promesa de que las contribuciones determinadas a nivel nacional (CDN) y el proceso periódico de revisión de las ambiciones se establecerían de tal manera que contribuyan a salvar la brecha entre el objetivo de 2oC y los actuales compromisos nacionales”, señaló Sharan Burrow, Secretaria General de la Confederación Sindical Internacional. “Abandonamos Bonn sin ninguna certidumbre de que estos procesos conduzcan al establecimiento de estructuras de gobernanza ambiciosas”.
Los sindicatos sí expresaron su satisfacción por el apoyo obtenido para asociar las políticas climáticas con estrategias de Transición Justa, destinadas a acompañar a los trabajadores y sus comunidades en la transición hacia una sociedad con bajas emisiones de carbono.
"Tres cosas me llamaron la atención en esta conferencia. Primero, fue a ver un interés mucho mayor por el tema de uso de la tierra, éste era un asunto por el que pocos países se interesaban, como Brasil o Indonesia, pero se convirtió en un tema de gran interés debido a la necesidad de empezar a pensar en estrategias de carbono negativo. En segundo lugar, los representantes de las energías sucias o de combustibles fósiles fueron prácticamente ignorados y estaban ausentes de los debates del futuro energético. Lo que hemos visto fue una competencia fuerte y saludable de los representantes de las energías renovables - bioenergía, eólica, pequeñas hidros o solar. Finalmente, fue interesante observar cuánto el gobierno de Estados Unidos quedó aislado en esta conferencia, mostrando que no tiene ni apoyo interno ni externo, es un gobierno que en el tema del Clima parece ni tener el apoyo de su propia delegación”, analizó Ana Toni, directora general del Instituto Clima y Sociedad
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