China prohíbe la importación de 24 tipos de residuos
Desde el 1 de enero el gigante asiático ha puesto en jaque al sector mundial de la recuperación de residuos ya que ha prohibido el ingreso a su territorio de 24 categorías de residuos sólidos, incluyendo algunos plásticos, papeles y textiles. Las nuevas normas sólo permiten la entrada de «basura de muy alta calidad». Mientras, en EE UU o la UE ya se barajan nuevos destinos para los desechos como Turquía.
La medida fue anunciada ante la Organización Mundial del Comercio el año pasado, ha entrado en vigor el 1 de enero, pero se ha dado un pequeño margen para la adaptación hasta el 1ro. de marzo.
China es desde el año 2004 el primer importador mundial de residuos, y según datos del gobierno chino en 2015 se importó casi 50 millones de toneladas de residuos sólidos para destinar a la producción. Su gran proveedor es Estados Unidos, el mayor exportador mundial de residuos, sólo en 2016 se exportaron 5600 millones de dólares. La Unión Europea no se queda atrás: más del 50% de sus exportaciones de residuos fue a China en 2016.
Ahora China solo recibirá residuos bien separados y envasados. Se exigiría un límite de estériles, es decir de impurezas, del 0,3% para aceptar los residuos extranjeros. Algo que los recuperadores de residuos a nivel internacional han considerado una «prohibición efectiva», porque son umbrales muy difíciles de cumplir –del 1,5% del límite actual se pasará en sólo cuatro meses al 0,3%–. La prohibición afecta a 24 materiales entre papel, cartón, plástico, textiles, metales férricos y no férricos.
Como medida de control, el gobierno chino informó se ha creado dentro del Ministerio de Medio Ambiente 60 equipos que trabajarán inspeccionando y revisando a todas las empresas que importen residuos y chatarras.
Al respecto, Alicia García Franco, directora general de la Federación Española de la Recuperación y el Reciclaje de España, opinó: “Nos parece fenomenal que inspeccione los cargamentos y se aseguren de que lo que les llega está limpito, dentro de ese 1,5% que han exigido hasta ahora, pero no en todos los residuos se puede llegar a ese grado de pureza que piden. En el cobre se puede alcanzar una pureza del 98,5% incluso, pero en lo que se exporta principalmente, que es papel, cartón y plástico, es imposible garantizar un límite de impureza tan bajo”.
Por su parte, Javier Corcuera, presidente de la Agencia de Protección Ambiental de la Ciudad de Buenos Aires y secretario de Ambiente de la Municipalidad de Pilar, expresó en un artículo que el problema es que “mandan basura "mal separada" y China ya no está dispuesta a recibir residuos que son rechazados por sus industrias. Ahora solo recibirán residuos bien separados y envasados. Para la enorme escala de la que estamos hablando, casi nadie tiene capacidad de respuesta rápida”.
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