La nueva política de préstamos energéticos detalla cinco principios que regirán la futura participación del BEI en el sector energético:

1. Priorizar la eficiencia energética con el fin de apoyar el nuevo objetivo de la UE en virtud de la Directiva de eficiencia energética.
2. Permitir la descarbonización de la energía a través de un mayor apoyo para la tecnología de carbono bajo o cero, con el objetivo de alcanzar una cuota de energía renovable del 32% en toda la UE para 2030.
3. Incrementar la financiación para la producción descentralizada de energía, almacenamiento innovador de energía y movilidad eléctrica.
4. Garantizar la inversión en redes esenciales para nuevas fuentes de energía intermitentes como la eólica y solar, así como fortalecer las interconexiones transfronterizas.
5. Aumentar el impacto de la inversión para apoyar la transformación energética fuera de la UE.

Andrew McDowell, Vicepresidente del BEI a cargo de la energía, dijo: “Las emisiones de carbono de la industria energética mundial alcanzaron un nuevo récord en 2018. Debemos actuar con urgencia para contrarrestar esta tendencia. La ambiciosa política de préstamos energéticos del BEI adoptada hoy es un hito crucial en la lucha contra el calentamiento global. Tras una larga discusión, hemos llegado a un compromiso para finalizar la financiación por parte del Banco de la UE de proyectos de combustibles fósiles no disminuidos, incluido el gas, desde finales de 2021. Estoy agradecido por todos los que han contribuido a la consulta pública más grande sobre préstamos del BEI en los últimos meses y colegas expertos en energía que han descrito cómo el banco de la UE puede impulsar los esfuerzos mundiales para descarbonizar la energía ".

La decisión del Banco pone fin a un proceso de revisión abierto e inclusivo que involucró a la industria, las instituciones, la sociedad civil y el público en general. El compromiso intensivo de las partes interesadas desde enero produjo más de 149 presentaciones escritas de organizaciones e individuos interesados ​​y peticiones firmadas por más de 30,000 personas.

En los últimos cinco años, el Banco Europeo de Inversiones ha proporcionado más de 65 000 millones de euros de financiación para energías renovables, eficiencia energética y distribución de energía. Después de la aprobación de hoy de la política revisada de préstamos de energía, el BEI ya no considerará nuevos fondos para proyectos de energía de combustibles fósiles, incluido el gas, a partir de finales de 2021 en adelante. Además, el banco estableció un nuevo Estándar de rendimiento de emisiones de 250 g de CO2 por kilovatio-hora (kWh). Esto reemplazará el estándar actual de 550gCO2 / kWh. Una revisión previa de los préstamos de energía en 2013 ya había permitido al BEI ser la primera institución financiera internacional en terminar de manera efectiva el financiamiento para la generación de energía de carbón y lignito a través de la adopción de un estricto Estándar de Emisiones.

Además, el BEI trabajará en estrecha colaboración con la Comisión Europea para apoyar la inversión de un Fondo de Transición Justa. El BEI podrá financiar hasta el 75% del costo elegible del proyecto para nuevas inversiones en energía en estos países. Estos proyectos también se beneficiarán tanto del asesoramiento como del apoyo financiero del BEI.

La Junta Directiva del BEI aprobó una nueva estrategia para la acción climática y la sostenibilidad ambiental. Esto incluye tres elementos clave:

• El Grupo BEI tendrá como objetivo apoyar 1 billón de euros de inversiones en acciones climáticas y sostenibilidad ambiental en la década crítica de 2021 a 2030;
• El BEI aumentará gradualmente su financiamiento dedicado a la acción climática y la sostenibilidad ambiental para alcanzar el 50% de sus operaciones en 2025 y en adelante;
• El Grupo BEI alineará todas sus actividades de financiación con los principios y objetivos del acuerdo de París para finales de 2020. En un futuro próximo, esto se complementará con medidas para garantizar que la financiación del BEI contribuya a una transición justa para las regiones o países más afectados para que nadie se quede atrás.

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