“Además de la movilidad segura, desde FIA estamos abocados a la movilidad limpia, principalmente desalentando el uso del auto individual, que contamina y produce siniestros viales”, comenzó detallando Pablo Azorín en su participación en el panel. A través de la FIA, se está apoyando el uso del transporte público, la modalidad carsharing, el uso de la bicicleta y vehículos amigables con el ambiente. En este punto, indica que el cambio ya empezó y algunas ciudades están más avanzadas, como el caso de Buenos Aires, mientras en otros países es más incipiente.

Con respecto a las tendencias del futuro, Azorín destacó la movilidad autónoma: “La tendencia es el vehículo autónomo, que tenga interacción con la infraestructura, para poder elegir mejores rutas y conectar con otros vehículos. El 90 % de los siniestros viales son productos de errores humanos, y eso se evitaría con autos autónomos”. Por otro lado, también apuntan a un transporte público eléctrico y de bajas emisiones. “El vehículo por excelencia para distancias medias y cortas será la bicicleta, integrada con el transporte público para largas distancias”.  

En esta oportunidad, entrevistado por ComunicarSe, Azorín, profundizó en el trabajo que están realizando desde FIA.

Este año anunciaron el Programa de movilidad sostenible en América Latina, ¿Cuáles son sus principales puntos?

El objetivo principal del plan es unir el sector público y el sector privado, ya que observamos en el sector público que no están preparados o tienen prejuicios respectos las nuevas tecnologías, como el auto eléctrico o híbrido o el auto hidrógeno, y del otro lado está el sector privado que quiere vender sus productos, en esta intersección la FIA, a través de sus automóviles clubes, une lo público y privado.

Asimismo, junto con la ONU, desarrollamos una guía de movilidad eléctrica, donde se establece generar un comité, con un moderador que pueda liderar, fijar proyectos y objetivos que sean cumplibles, por ejemplo, actualización de legislaciones, baja en los impuestos, incentivar a las empresas que tengan transportes más amigables con el medio ambiente.

Algunos países tienen como meta lograr un transporte 100% eléctrico para 2030, ¿Cómo es el avance en América Latina?

La meta al 2030 es nuestra visión, si se logra se reducirán las muertes y emisiones de carbono, pero hay que tener en cuenta que algunos países pueden implementar la movilidad eléctrica por su matriz energética, por ejemplo, Costa Rica o Uruguay, que cuenta con una fuente de energía renovables del 98%. En el caso de Argentina, tenemos transportes alternativos o energías alternativas que van a reducir la huella de carbono, porque hay otra matriz energética, donde está previsto que prospere el gas natural comprimido o el biodiesel. En el caso del transporte eléctrico funcionará como modalidad individual, como en bicicletas, monopatín o motocicleta eléctrica.

Un caso destacable de la región es Chile, donde hay una flota de 200 buses eléctricos, colaborando fuertemente a bajar las emisiones de gases. Por otro lado, en Brasil están volcados al etanol y en Bolivia al gas licuado. Pero todas las tecnologías a corto y mediano plazo van a convivir.

¿Cuáles son las principales preocupaciones de la región?

A nivel general todos los países están muy preocupados por la contaminación. En países como Chile, México y Bogotá, es muy fuerte la contaminación. Se siente el smog en el aire y tiene incidencia en la calidad de vida de los ciudadanos.

Por otro lado, las grandes ciudades Latinoamérica están tomando medidas para desalentar el uso del auto particular, buscan cada vez más la democratización de la movilidad del transporte público de pasajeros, también van a venir nuevos tipos de vehículos y el usuario quiere usabilidad en vez de propiedad, en este punto una de las tendencias será el alquiler del auto por hora y el auto compartido.

En la región ¿todavía predomina la necesidad de tener un automóvil propio?

Sí, para los usuarios de Latinoamérica tener un automóvil es símbolo de estatus, pero nosotros buscamos que no inviertan tanto en un auto en particular, sino en energías renovables.

Aunque nosotros somos la asociación de automóvil y nuestros miembros son automóvil, nuestras medidas están desalentando al uso del auto particular y alentando el uso del transporte público, principalmente por la contaminación y víctimas de siniestro viales.

Para nosotros la movilidad es calidad de vida, si una persona tarda más de dos horas en movilizarse, es una persona cansada, y a futuro implica una ciudad improductiva.

¿Qué acciones están realizando en Argentina?

Nosotros estamos en Latinoamérica, pero nuestra oficina está en Buenos Aires. En el país hemos formado una mesa movilidad sustentable, con diputados de distintos partidos. También hemos apoyado las acciones en Rosario, donde se han probado buses eléctricos y ya hay 400 unidades a biodiesel. Anteriormente hemos impulsado el primer salón de vehículos eléctricos para acercar a los usuarios este tipo de tecnologías y eliminar prejuicios.