Una nueva investigación realizada por Wood Mackenzie prevé que las ventas globales de vehículos eléctricos sean 1.3 millones para fines de 2020, un 43% menos en comparación con los 2.2 millones alcanzados en 2019.

Esta disminución se debe por el brote de coronavirus, los posibles retrasos en la compra de la flota debido al menor precio del petróleo y el enfoque de esperar para comprar nuevos modelos.

A finales de enero, las ventas de todos los automóviles en China disminuyeron un 21% en comparación con 2019. En febrero, se habían desplomado un 80%. Las ventas de vehículos eléctricos se vieron más afectadas, en enero cayeron un 54% y para febrero alcanzarían más del 90%.

En contraposición, las ventas de vehículos eléctricos en Europa registraron un aumento del 121% en enero, a pesar de una reducción del 7% en el mercado general. La tendencia de aumentar la adopción de vehículos eléctricos persistió en febrero de manera más baja que el mes anterior, pero el primer caso de coronavirus no se informó en la región hasta finales de enero. Por lo tanto, los números de enero y febrero aún no reflejan el impacto del virus.

En el contexto actual, China alcanzará la demanda de 2019 en noviembre de 2020, mientras que Europa lo hará en diciembre. Se proyecta que la demanda de los EE. UU. se retrasará en un 30% para el cierre de 2020.

“El primer aislamiento en los Estados Unidos comenzó el 20 de marzo, pero los efectos ya comenzaron a mostrarse en las ventas de vehículos eléctricos. General Motors ofrece un descuento de US$ 10.000 por su Chevrolet Bolt. Además, es seguro que estos descuentos seguirán para mover el inventario a medida que la demanda caiga aún más”, expresó Ram Chandrasekaran, analista principal de Wood Mackenzie.

Por otro lado, los fabricantes de automóviles tradicionales, que ingresan al mercado de vehículos eléctricos, han modificado las fechas de lanzamientos de sus modelos. 

Tanto Ford como Volkswagen y General Motors, están retrasando las ventas de su modelos eléctricos hasta 2021. Esto se debe a la respuesta de las automotrices a la pandemia, donde suspendieron la fabricación de automóviles para centrarse en la elaboración de equipos médicos.

Con respecto a la perspectiva del consumidor, - y para la adopción de EV-, es probable que se produzca una meseta de ventas en el corto plazo. Si bien la demanda acumulada de la pandemia ayudará a un repunte en las ventas más adelante en el año, el nuevo crecimiento de la demanda será insuficiente hasta 2021.

“A pesar de los posibles retrasos en la adopción de EV, varios fabricantes de automóviles han expresado su deseo de ser carbonos neutrales debido a las políticas gubernamentales y un cambio en la actitud de los inversores. El cambio hacia la sostenibilidad es la fuerza impulsora detrás de la electrificación del transporte. La incertidumbre causada por la guerra de precios del petróleo y las catástrofes mundiales solo servirán para fortalecer esa resolución, no para disuadirla”, agregó Chandrasekaran.