Cinco años después los ODS aún lejos de ser una prioridad para las empresas
Un estudio de la red mexicana del Pacto Global muestra que las empresas aún no conocen el marco lo suficiente, destinan poco presupuesto y no monitorean resultados.
Con el objetivo de promover la acción empresarial en México para la consecución de la Agenda 2030 y sus 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), la Red de Pacto Mundial México ha decidido llevar a cabo un estudio para evaluar el nivel de avance y de madurez de las empresas mexicanas en la incorporación y gestión de los 17 ODS.
Los resultados de este estudio ofrecen un diagnóstico detallado del compromiso y acción empresarial en el contexto mexicano frente a los retos de la sostenibilidad, analizando las áreas de acción prioritarias para las empresas, así como las debilidades donde se debería poner foco durante la llamada “Década de acción” que marcan los ODS.
Según los resultados, el “top 5” de los ODS elegidos como prioritarios son:
ODS 8 – Trabajo decente y crecimiento económico (58%)
ODS 3 – Salud y Bienestar (49%)
ODS 5 – Igualdad de Género (43%)
ODS 4 – Educación de Calidad (43%)
ODS 11 – Industria, Innovación e Infraestructura (29%)
“Para nosotros es fundamental contar con un estudio que nos permita enforcarnos en los ODS que tienen mayor contribución, pues solo así podremos canalizar los esfuerzos de una manera eficiente”, Martha Herrera, presidenta del Consejo Directivo del Pacto Mundial México.
Una lectura del reporte permite concluir que todavía existe un gran desconocimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en las empresas, tal y como muestran los resultados que indican que en torno a un 50% de las empresas reconoce que casi ningún empleado conoce los ODS y únicamente 24% asegura que la mayoría de sus empleados lo conocen. Asimismo, solamente 9% de las empresas dice contar con estrategias y/o campañas de comunicación sobre los ODS a nivel interno. Además, para que la integración fuese real, se necesitaría dar un mayor peso al cumplimiento de los ODS en la evaluación de desempeño del personal, ya que actualmente, solo el 18% de las empresas lo incluyen.
La inversión económica vuelve a aparecer como uno de los principales obstáculos para maximizar la contribución de las empresas a los ODS. El presupuesto es todavía muy escaso en la mayoría de las empresas por lo que no existen recursos suficientes para generar un impacto significativo y poder monitorearlo.
- Un gap estratégico
En su tramo final, el documento presenta las principales conclusiones y recomendaciones:
1) Entre la ambición y los recursos asignados. No se ha evidenciado un vínculo directo entre la prioridad otorgada a los ODS y el presupuesto específicamente asignado.
2) Se ha identificado una mayor actividad en acciones que requieren menos recursos (tanto humanos como financieros), aunque pueden generar mucho impacto – los llamados “quick wins”-, en relación a proyectos más ambiciosos que requieren más dedicación o inversión por parte de las empresas –los llamados “big wins”-.
3) Existe una falta de comprensión entre el vínculo de los aspectos ASG (Ambientales, Sociales y de Gobernanza) y las acciones que llevan a cabo las empresas para integrarlos, y el impacto que éstas tienen en los Objetivos de Desarrollo Sostenible y sus metas, con una visión holística e interconectada.
4) A pesar de las evidencias de la ciencia, aquellos objetivos vinculados directamente con la conservación ambiental (acción climática, protección de ecosistemas acuáticos y terrestres) han quedado relegados a las últimas posiciones del interés de las empresas, especialmente de las grandes empresas.
5) El monitoreo, el seguimiento y la medición como tarea pendiente. Si bien muchas empresas llevan a cabo acciones de impacto, son pocas las que llevan a cabo un seguimiento y, sobre todo, una medición de su impacto.
6) Se ha identificado una falta de protagonismo de aquellos ODS vinculados con el buen gobierno de las empresas (en especial el ODS 16, que ha sido elegido como prioritario solo por un 2% de las grandes empresas), que representa uno de los pilares de la gestión responsable del negocio.
En cuanto a la metodología, se obtuvieron un total de 776 respuestas, de las cuales el 34% correspondieron a grandes empresas, un 12% a empresas medianas, y un 27% para ambas, pequeñas y microempresas.
"El sector empresario mexicano necesita alinearse con las metas de desarrollo sostenible por una sencilla razón que es la dirección del futuro de la economía mundial. Si las empresas siguen en la manera antigua, con las tecnologías antiguas, perderán mucho dinero, perderán a sus mercados, por ejemplo en Europa, cuando el entorno europeo empiece a cobrar impuestos a la contaminación de combustibles fósiles”, analizó Jeffrey Sachs, presidente de la Red de Soluciones para el Desarrollo Sostenible de la ONU, durante la presentación de los resultados del estudio.
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