"No es aceptable que la decisión sobre la vida y el destino de un ser humano se confíe a un algoritmo”

11.01.2023 | I+D

Las palabras pertenecen al Papa Francisco, quien junto con representantes de las otras religiones monoteístas firmaron el documento "Rome Call for AI Ethics", elaborado en 2020 por la Pontificia Academia para la Vida.


La declaración Rome Call for AI Ethics "aboga por un marco que regule y sirva de referencia” a una “ética digital”, que debe promover el uso de la tecnología “en beneficio de la humanidad y el medio ambiente”. Proporciona los seis principios básicos que deben presidir una Inteligencia Artificial basada en criterios éticos.

De la firma oficial del documento sobre inteligencia artificial participaron junto al Santo Padre el rabino jefe Eliezer Simha Weisz, y el jeque Abdallah bin Bayyah. En el encuentro también estuvieron presentes Brad Smith, presidente de Microsoft, Darío Gil, vicepresidente mundial de IBM y Máximo Torero Cullen, economista jefe de la FAO, en su calidad de “primeros firmantes de la ‘Rome Call’.

Agradezco a la Pontificia Academia para la Vida y a la Fundación ‘RenAIssance’, su empeño en promover a través de la ‘Rome Call’ una ética compartida ante los grandes desafíos que se abren en el horizonte de la inteligencia artificial”, expresó el Papa Francisco.

El Pontífice recordó: “Tras la primera firma en el 2020, en el acto de hoy participan también las delegaciones judía e islámica, que miran a la llamada inteligencia artificial con una mirada inspirada en las palabras de la Encíclica Fratelli tutti. Su concordancia en promover una cultura que ponga esta tecnología al servicio del bien común de todos y del cuidado de la casa común es ejemplar para muchos otros. La fraternidad entre todos es la condición para que el desarrollo tecnológico esté también al servicio de la justicia y la paz en todo el mundo”.

El Santo Padre afirmó que “somos conscientes de cómo la inteligencia artificial está cada vez más presente en todos los aspectos de la vida cotidiana, tanto personal como social”, puesto que afecta “a la forma en que entendemos el mundo y a nosotros mismos”. Dijo también que “las innovaciones en este campo hacen que estas herramientas sean cada vez más decisivas en la actividad humana e incluso en las decisiones humanas”.

Por lo tanto, los animo a proseguir en este empeño. Me alegra saber que también quieren implicar a las demás grandes religiones del mundo y a los hombres y a las mujeres de buena voluntad para que la algorética, es decir, la reflexión ética sobre el uso de los algoritmos, esté cada vez más presente, no sólo en el debate público sino también en el desarrollo de soluciones técnicas”.

Francisco destacó que “toda persona debe poder disfrutar de un desarrollo humano y solidario, sin que nadie quede excluido”. Por tanto, manifestó que hay que “estar vigilantes y trabajar para que el uso discriminatorio de estos instrumentos no se arraigue a costa de los más débiles y a expensas de los excluidos”. Y añadió textualmente: “recordemos siempre que el modo en que tratamos a los últimos y a los más pequeños entre nuestros hermanos y hermanas nos indica el valor que reconocemos en los seres humanos. Se puede tomar el ejemplo de las solicitudes de asilo: no es aceptable que la decisión sobre la vida y el destino de un ser humano se confíe a un algoritmo”.

El Pontífice añadió que la Rome Call  puede ser “una herramienta útil para un diálogo común entre todos, con el fin de fomentar un desarrollo humano de las nuevas tecnologías”. Y reiteró que "en el encuentro entre diferentes visiones del mundo, los derechos humanos constituyen un importante punto de convergencia en la búsqueda de un terreno común.

En la actualidad, además, parece necesaria una reflexión actualizada sobre los derechos y deberes en este ámbito. En efecto, la profundidad y la aceleración de las transformaciones de la era digital plantean problemas inesperados, que imponen nuevas condiciones al ethos individual y colectivo" (Discurso a la Asamblea Plenaria de la Pontificia Academia para la Vida, 28 de febrero de 2020)”.

Las adhesiones a la ‘Rome Call’, que han ido creciendo con el tiempo, suponen un paso significativo hacia la promoción de una antropología digital, con tres coordenadas fundamentales: ética, educación y derecho”, agrego Francisco.
 

(Noticia elaborada con información de Vatican News)

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