El compromiso de homologación forma parte de su Plan de Sostenibilidad 22-24 y suma a la #LaParteQueNosToca.

Para ello, ha desarrollado una metodología propia de homologación ESG, que permite fomentar que las prácticas de sus proveedores de negocio y de soporte están alineadas con la estrategia de sostenibilidad de MAPFRE.

El modelo identifica factores de riesgo en aspectos vinculados al cumplimiento de la normativa medioambiental, derechos humanos, seguridad y salud laboral de los trabajadores, corrupción y seguridad de la información entre otros, y asigna una puntuación entre 0 y 100, lo que permite establecer planes de acción individualizados para acelerar la implantación de medidas que protejan el planeta, contribuyan a cerrar brechas sociales e impulsen la transparencia y la ética.

A principios de 2019, la compañía inició el proceso de homologación en su red preferente, lo que ha permitido homologar ya a más de 5.000 proveedores de varios países con criterios ESG.