Unilever reduce sus metas de sostenibilidad
El CEO de la empresa, Hein Schumacher anunció una reducción de la ambición de metas en temas como uso de plástico, pago a proveedores, reforestación y diversidad.
Uno de los anuncios es que no reduciría a la mitad el uso de plásticos vírgenes para 2025, sino que lo reduciría en un tercio para 2026. El cambio por este objetivo menos ambicioso equivaldrá a unas 100.000 toneladas más de plástico nuevo por año.
Además, también ha ampliado el plazo para hacer su packaging de plástico 100% reutilizable, reciclable y compostable, pasando de 2025 a 2030 para plásticos rígidos y a 2035 para plásticos flexibles. “Nuestros compromisos actualizados son muy exigentes, pero también son intencionada y descaradamente realistas. Estamos decididos a que Unilever cumpla con ellos, del mismo modo que estamos decididos a cumplir con nuestras metas financieras. Queremos establecer ambiciones de sostenibilidad que sean creíbles, que creemos que podemos cumplir y que tengan un impacto positivo real”, apunta Schumacher en el comunicado de Unilever.
La compañía también está abandonando su promesa de pagar a sus proveedores directos un salario digno para 2030, y en su lugar propone un pago justo para los proveedores que representen la mitad de su gasto anual en bienes y servicios para 2026. Además, se deja atrás el compromiso de gastar 2 mil millones de euros hasta 2025 en negocios vinculados con la diversidad, y el compromiso de que el 5% de su plantilla esté compuesta por personas con discapacidad para el mismo año.
Unilever tenía asumido el reto de abastecerse al 100% de cultivos sostenibles, pero esa cifra se ha achicado al 95%. Por otro lado, pretendía proteger y regenerar 1,5 millones de hectáreas de tierra, bosques y océanos para 2030, pero la meta es ahora ayudar a proteger y restaurar un millón de hectáreas.
Este proceso de ecualización de sus metas de sostenibilidad tiene lugar poco después de que la compañía adelantara su intención de eliminar cerca de 7.500 puestos de trabajo en todo el mundo y de separar su división de helados del resto del negocio, un plan con el que Unilever espera ahorrar alrededor de 800 millones de euros en los próximos tres años.
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