Abertis y Renault colaboran en el desarrollo de autopistas y vehículos autónomos
Ambas organizaciones buscan desarrollar las conexiones entre vehículos autónomos y las infraestructuras, para mejorar la seguridad vial y reducir los accidentes.
Abertis, a través de su filial en Francia, Sanef, y el grupo Renault han anunciado una colaboración para desarrollar soluciones avanzadas de comunicación entre los vehículos autónomos y las infraestructuras de las autopistas, y probar el paso de esta clase de vehículos por las barreras de peaje y por zonas de obras. Esta colaboración persigue una doble finalidad compartida por ambas compañías: mejorar la seguridad vial y alcanzar el objetivo “cero víctimas”.
Ambas compañías están trabajando juntas para diseñar el coche del mañana integrando la comunicación con la infraestructura, a través del proyecto europeo SCOOP@F. Esta prueba, que se está realizando en Francia con prototipos autónomos de Renault, representa un primer paso, que se extenderá a otros países próximamente.
“Estamos convencidos de que los vehículos autónomos necesitan una infraestructura de alta calidad para desarrollarse. Por esta razón el grupo Renault y el grupo Sanef trabajan juntos en esta innovación mundial. Nuestros objetivos en términos de seguridad vial y tecnología son convergentes”, dice Édouard Fischer, director de Tecnología y Sistemas de Sanef.
Una operación tan simple como pasar por la barrera de peaje o por una zona de obras representa un gran desafío para los coches autónomos, que funcionan en modo “eyes-off/hands off” (sin ojos/sin manos). Un reto al que esta colaboración busca dar respuesta.
Renault y Sanef lanzaron un proyecto piloto en junio de 2016 para estudiar los comportamientos de los vehículos autónomos al acercarse a las barreras de peaje y a zonas de obras en la autopista A13, en Normandía, gracias a la infraestructura conectada. Esta prueba continuará hasta mediados del año 2018.
El vehículo recibe información de la infraestructura cerca de 1 kilómetro antes del peaje sobre las vías disponibles compatibles con vehículos autónomos. Antes de llegar, el vehículo anticipa su posición y adapta su velocidad desacelerando gradualmente en función de la señalización existente. Este punto es crucial puesto que al acercarse al peaje desaparecen las líneas separadoras de carriles en el pavimento. En ese momento, el vehículo utiliza líneas virtuales obtenidas de un mapa en alta definición. El acceso a la vía de peaje se hace a menos de 30 km/h mientras los sensores mantienen el coche en el medio del carril.
Durante la fase de aceleración, se usa el mismo sistema de líneas virtuales. El coche también está preparado para detectar otros vehículos alrededor y adaptar su comportamiento y trayectoria. Una vez vuelven las líneas en el suelo, los vehículos continúan su ruta con normalidad.
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