Apple dio a conocer su “Memoria de Sostenibilidad 2016”, correspondiente al periodo fiscal 2015. En el informe detalla sus principales logros y avances en la gestión ambiental, ya que la compañía años anteriores había sufrido la presión de sus inversos y de distintas organizaciones para que brinden detalles de su impacto ambiental.

Dentro de las acciones más cuestionadas y criticadas de Apple, se puede nombrar el retiro de sus productos de la certificación ambiental EPEAT, el cual fue recibido de manera negativa por sus clientes, y le costó también la eliminación de la nómina de proveedores de San Francisco. La compañía justificó su accionar, y explicaron que el sello no se adapta a sus estándares, ya que en algunos puntos superaban las exigencias de EPEAT, pero al final por las presiones volvieron a la certificación. Otra de las presiones, fue por parte de sus inversionistas, ellos emitieron resoluciones años anteriores para que la compañía publique sus Memorias de Sostenibilidad e informe sobres sus acciones de impacto ambiental. Apple en su momento explicaba que en la página web había suficiente información, pero para las instituciones como el Gobierno de Nueva York, el Fondo de Inversión Calvert y la organización de accionistas As You Sow, indicaban que no era lo suficientemente transparente.

Finalmente, Apple cambio sus estrategias y está siendo reconocida por sus políticas ambientales. En la Memoria 2016, establecen tres prioridades: Reducir el impacto sobre el cambio climático mediante el uso de fuentes de energía renovables y la eficiencia del uso de la energía; conservar los recursos preciosos y ser pioneros en el uso de materiales más seguros para los productos y procesos.

Entre las acciones para alcanzar sus objetivos, se destacan, sus programas de reciclaje principalmente Apple Renew. El cual es una iniciativa global que permite llevar los dispositivos usados a cualquier tienda de Apple para su reutilización o reciclaje, con el objetivo de recuperar algunos materiales. Durante el 2015 se recuperó una tonelada de oro de los iPhones, iPod e iPads reciclados, también recuperaron estaño y cobre.  Esto lo lograron a través de un invento de la compañía: el robot Liam, un prototipo que posee 29 brazos y fue diseñado para desmontar de más de un millón de celulares al año, a una velocidad de 62 segundos por equipo.

En 2015 recogieron más de 40.000 toneladas de desechos electrónicos a través de sus programas de reciclaje, y les permitió recuperar 40 millones de dólares en materiales. "El reciclaje de un producto de Apple debe ser tan fácil como usarlo", explicó Lisa Jackson, vicepresidente de Medio Ambiente, Políticas e Iniciativas Sociales de Apple.

La empresa participa en programas de responsabilidad ampliada del productor, en 25 estados de EE.UU. Sin embargo, está trabajando en la reutilización a nivel mundial y aseguran que colaboran con más de 160 empresas de reciclaje de todo el mundo.

Con respecto al uso de energías renovables, se convirtió en uno de los principales referentes. En 2015, lograron el uso de energías renovables en un 93% de sus instalaciones, con el objetivo de alcanzar el 100%.

Entre las acciones vinculadas a la utilización de energía, se destacan las instalaciones en Singapur, donde trabajan con un proyecto solar de 32 megavatios repartidos en más de 800 tejados. Además, los centros de datos en todo el mundo se ejecutan en el 100 % de energía limpia y a partir de abril de 2016, 463 tiendas de Apple en 13 países trabajan con 100% energía renovable.

Dentro del eje de conservación de recursos llevan adelante el Programa de Agua Limpia. Esta iniciativa apunta a reducir el uso de agua dulce y mejorar los sistemas de gestión de aguas residuales en los procesos de los proveedores. Durante el 2015, 73 de ellos se unieron al Programa, y a través de evaluaciones de desempeño, soporte técnico y formación, lograron ahorrar más de 3,8 millones de galones de agua dulce. Asimismo, alcanzaron una tasa de reutilización del 36% en los tratamientos de aguas residuales.

Por último, detallan que, en los últimos cinco años, han reducido la huella de carbono de sus instalaciones en un 64 % gracias al uso de energía limpia, evitando más de 1 millón de toneladas métricas de emisiones de carbón.