El Secretario General subrayó que el fin de la corrupción y el soborno es crucial para alcanzar la Agenda del Desarrollo Sostenible 2030, aprobada en septiembre por los Estados miembros.

"Los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible contienen la promesa de un mejor futuro colectivo para las personas y el planeta, y se dirigen a los potenciales desafíos que pueden impedir nuestro progreso", afirmó. "Una de estas amenazas se pone de relieve en la Meta 16, que exige reducciones sustanciales de la corrupción y el soborno en todas sus formas."

"Ningún país es inmune; todos sufren ", afirmó, y agregó que el impacto dañino de la corrupción hace que “la vida sea más cara; erosiona la confianza del consumidor y la credibilidad de los negocios; agota los fondos públicos y destruye las perspectivas de una sociedad justa. La corrupción también facilita otros delitos, incluyendo humanos y el tráfico ilegal de vida silvestre, y el terrorismo”.

Adoptada en 2003, la Convención de la ONU contra la Corrupción es un instrumento jurídicamente vinculante, apoyado actualmente por 177 Estados Partes, y cubre cinco áreas principales: la prevención, la criminalización y las medidas de aplicación de la ley, cooperación internacional, recuperación de activos, y de asistencia técnica e intercambio de información.

La Convención se presenta como "una plataforma sólida para la participación del sector privado como un socio clave en la lucha contra la corrupción y en la acción mundial para lograr resultados de desarrollo sostenible."

En el transcurso de esta semana, más de 30 actividades paralelas están programadas para tratar el tema de la corrupción.