CEPAL define siete sectores para impulsar el desarrollo sostenible en América Latina y el Caribe

16.11.2020 | Articulación Público-Privada

CEPAL ha presentado el estudio titulado “Construir un nuevo futuro: una recuperación transformadora con igualdad y sostenibilidad”, donde ofrece propuestas de recuperación y desarrollo para América Latina y el Caribe orientadas hacia un Estado de bienestar inclusivo y una transformación productiva con cambio tecnológico y sostenibilidad ambiental, que fortalezca la igualdad y “la democracia como el legado más preciado de la modernidad”.


El documento muestra que América Latina y el Caribe debe crecer a una tasa de por lo menos 4% al año y realizar una fuerte redistribución del ingreso (de hasta 3% del PIB anual) para eliminar la pobreza hacia 2030. Este crecimiento solo será posible si se supera la restricción externa al crecimiento mediante una competitividad auténtica basada en el desarrollo de capacidades humanas y tecnológicas nacionales.

Agrega que este esfuerzo debe estar apoyado en la transición energética y la innovación y difusión de tecnologías ambientales para que la región pueda crecer cumpliendo con los compromisos de reducción de emisiones establecidos en el Acuerdo de París. Añade que tecnología y cambio estructural, la transformación de los patrones de producción y consumo, y la construcción de un Estado de bienestar deben interactuar y reforzarse para combatir la desigualdad sin destruir los ecosistemas y comprometer el derecho al desarrollo de las futuras generaciones.

“América Latina y el Caribe debe avanzar hacia un gran impulso para la sostenibilidad con la perspectiva de un nuevo estilo de desarrollo y la implementación de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Una combinación virtuosa de políticas puede concretar la propuesta de crecer para igualar e igualar para crecer”, afirma el estudio.

Se trata de un documento para la acción que enfatiza que una recuperación transformadora pos-COVID-19 requerirá de pactos sociales para que los objetivos de igualdad y sostenibilidad se conviertan en política de Estado, con la participación de todos los sectores y grupos sociales. A su vez, se proponen nuevas formas de gobernanza mundial para la provisión de bienes públicos globales, como el acceso universal a la salud, la seguridad climática y la protección de la atmósfera, la estabilidad financiera, la paz y la protección de los derechos humanos.

Advierte además que en la región hay una doble asimetría ambiental: América Latina y el Caribe realiza un porcentaje pequeño de las emisiones mundiales, pero es muy afectada por sus impactos. Al mismo tiempo, los estratos más pobres de la población, que son los que menos contaminan, son los más golpeados. En este marco, reitera que la adaptación y la mitigación de los efectos del cambio climático son factores cruciales de la competitividad del futuro.

El documento propone políticas de mediano y largo plazo en las áreas de fiscalidad y financiamiento, internalización de las externalidades ambientales, desarrollo industrial, régimen de bienestar y protección social, integración regional y renovación del multilateralismo. Asimismo, sugiere concentrar la atención en siete sectores que pueden ser los motores del nuevo estilo de desarrollo en función de su papel estratégico en las emisiones, la inversión, la competitividad, el empleo y la salud, y propone líneas de política para impulsarlos. Estos sectores se vinculan a:

  • Una nueva matriz energética
  • La electromovilidad urbana
  • La revolución digital
  • La industria manufacturera de la salud
  • La bioeconomía
  • La economía circular
  • El turismo sostenible

 

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