La compañía tecnológica tiene como objetivo alcanzar las emisiones netas cero en todas sus operaciones y cadena de valor para 2030.  En este camino, compartió sus avances en su último reporte.

En primer lugar, para ayudar a minimizar su huella ambiental, han construido una infraestructura eficiente para la era de la IA. Esto incluye Trillium, la Unidad de Procesamiento Tensor (TPU) de sexta generación, que es un 67% más eficiente energéticamente que la TPU v5e. También han identificado prácticas testeadas que pueden reducir hasta 100 veces la energía necesaria para entrenar un modelo de IA y hasta 1.000 veces las emisiones asociadas, cuando se utilizan en conjunto. Todas estas prácticas son implementadas actualmente en Google.

Un punto destacado, es el uso de la IA para impulsar la acción climática. La IA podría ayudar a mitigar entre el 5% y el 10% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero (GEI) para 2030. En este sentido, estan impulsando la acción climática a través de la IA en tres áreas clave:

• Organizando la información: las rutas de bajo consumo de combustible utilizan la IA para analizar el tránsito, el terreno y el motor de un vehículo para sugerir la ruta más eficiente. Se estima que ha ayudado a reducir más de 2.9 millones de toneladas métricas de emisiones de GEI desde el lanzamiento de la función a finales de 2021 hasta finales de 2023. Esto equivale a retirar de la circulación aproximadamente 650.000 autos a base de combustible durante un año.
• Mejorando la predicción: un modelo de IA hidrológico global y combinado con fuentes de datos públicas para predecir inundaciones con hasta 7 días de anticipación en más de 80 países. Este avance está disponible en territorios donde habitan más de 460 millones de personas, ayudando a estas comunidades a prepararse y responder a las inundaciones fluviales.
• Mejorando la optimización: Green Light es una herramienta basada en IA que ayuda a los ingenieros de tránsito de las ciudades a optimizar la sincronización de los semáforos para reducir el tránsito con paradas y arranques frecuentes, y por ende, el consumo de combustible. Esta tecnología tiene el potencial de reducir hasta un 30% las paradas y hasta un 10% las emisiones en las intersecciones.

En cuanto a sus centros de datos, en 2023, la efectividad promedio anual del uso de energía (PUE) de sus centros fue de 1.10, en comparación con el promedio de la industria de 1.58. Esto significa que utilizaron aproximadamente 5.8 veces menos energía adicional por cada unidad de energía consumida por los equipos informáticos.

Por último, advierten que en 2023, sus emisiones totales de GEI aumentaron un 13% interanual, impulsadas principalmente por un mayor consumo de energía en los centros de datos y emisiones de la cadena de suministro.