Una consecuencia más de la pandemia es que en el 2020 es casi seguro que no podremos contar con grandes grupos de voluntarios de manera presencial, por lo que es necesario transformar todos los proyectos a voluntariado virtual lo antes posible.

El voluntariado basado en habilidades y el voluntariado emprendedor son los tipos de voluntariado que se pueden convertir a voluntariado virtual con mayor facilidad. Estos han venido creciendo en los últimos años debido a que aprovechan el talento de los voluntarios y generan alto impacto.

En este contexto, entre el 30 de abril y el 2 de junio del presente año se llevó a cabo una encuesta que recogió la situación de 128 grandes empresas de 10 países latinoamericanos. La iniciativa, realizada por Osmia, organización promotora del voluntariado en Latinoamérica, tuvo como objetivo identificar los cambios, los problemas, las oportunidades, las buenas prácticas y las tendencias en los programas de voluntariado corporativo en los primeros meses de iniciada la pandemia.

Con la data obtenida se ha elaborado un informe sobre la Situación del Voluntariado Corporativo en Latinoamérica ante el COVID-19, cuyos principales datos y conclusiones son:

• Hasta fines de mayo, el 39% de las empresas encuestadas aún no definían sus planes anuales de voluntariado corporativo.
• Se estima un crecimiento de 11% en la colaboración interinstitucional de estos programas.
• 80% del total de proyectos de voluntariado corporativo serán virtuales en el 2020. En el 2019, las empresas encuestadas movilizaron virtualmente 14% de sus voluntarios.
• El 36.7% mantendrá su presupuesto y 19.5% reducirá su presupuesto a cero en el 2020.
• El 73% de las actividades o proyectos planeados mitigarán los problemas generados por el COVID-19.
• El 42% de las empresas necesita transformar digitalmente su voluntariado.

Debemos tener presente que se requiere más innovación social e innovación en los procesos de gestión del voluntariado, manteniendo el foco en las poblaciones vulnerables con las que se trabaja y en sus nuevas realidades. Esto es una gran oportunidad para mejorar la calidad de los impactos de los proyectos de voluntariado corporativo y hacer crecer esos mismos impactos en términos de escala, resalta el estudio.

Asimismo, los programas de voluntariado corporativo necesitan replantear sus estrategias de generación de valor para la empresa, los colaboradores y la comunidad. Muchos de los programas que han visto afectados sus presupuestos, tienen en común que no generan un retorno claro para su empresa y eso hace que sean de los primeros presupuestos a recortarse. Entonces, reformular las estrategias de los programas de voluntariado corporativo mejorará la sostenibilidad de estos programas.

“Hoy, más que antes, necesitamos que los voluntarios corporativos sean agentes de cambio positivo en la sociedad. El espíritu de los voluntarios corporativos está más vivo que nunca, y ellos están esperando que sus empleadores generen ofertas de voluntariado virtual. Esto se ha hecho urgente, pues los problemas sociales se han agravado, haciendo necesario que las empresas adapten sus programas y actúen pronto.” afirma Jaime Ulloa, CEO de Osmia.