En la región, los suscriptores de TV paga totalizaban 69,4 millones y reportaron ingresos por US$ 17.390 millones al cierre de 2018, de acuerdo a estimaciones de DPL News.

De esos totales, según el portal, América Móvil es la compañía que más clientes concentra en la región (19,8 millones), seguida de AT&T (13,8 millones). En cambio en términos de ingresos, ésta última lidera (US$ 4.784 millones) y la empresa de Carlos Slim se ubica en segundo lugar (US$ 4.357 millones).

La tercera posición en cantidad de suscriptores corresponde a la mexicana Televisa (12 millones) y luego, Telefónica (8,87 millones entre los de América Latina y España). Pero en términos de ingresos, el tercer lugar a nivel regional es de Telefónica (US$ 3.298 millones), mientras que Televisa ocupa la cuarta posición (US$ 2.151 millones).

En quinto lugar en cantidad de suscriptores sigue Telecom, con sus operaciones en Argentina, Uruguay y Paraguay (3,45 millones), le siguen las mexicanas MVS (3,25 millones) y Megacable (3,20 millones), y la regional Millicom (3,10 millones). Pero en términos de ingresos los lugares varían levemente: Millicom ocupa el quinto lugar (US$ 1.257 millones), seguido de Telecom (US$ 956 millones) y Megacable (US$ 413 millones).

Estas cifras constatan las tendencias identificadas por los investigadores argentinos Guillermo Mastrini y Martín Becerra en sus estudios sobre concentración en las industrias culturales en la región.

En su último libro, “La concentración info- comunicacional en América Latina (2000- 2015)”, editado por OBSERVACOM y la Universidad de Quilmes, los autores señalan “la tendencia general de incremento de los niveles de concentración y conglomerización convergente de las actividades info- comunicacionales”.

Advierten el crecimiento en los niveles concentración a lo largo del tiempo, a lo cual contribuye el proceso de convergencia digital que, a su vez, propicia movimientos de concentración conglomeral y presencia de grandes y pocas corporaciones en los distintos mercados. De las industrias estudiadas (radio, TV abierta y paga, telefonía fija y móvil, banda ancha, prensa), la de TV paga es en la que se han evidenciado mayores movimientos de “concentración convergente”.

Los investigadores plantean que los cinco grandes conglomerados de la región -Telefónica, América Móvil, Globo, Televisa y Clarín- “están presentes en 28 de los 35 sectores” analizados. Además advierten que “el tipo de presencia es completamente diferente si se considera a las telefónicas o a los grupos provenientes del sector de medios”.

Mientras que las telefónicas “muestran una presencia secuencial, con dominio sustantivo en la televisión de pago, la telefonía fija y móvil, y la provisión de servicios de acceso a internet”, los grupos de medios “tienen una presencia más diversificada, ya que han comenzado el proceso de convergencia hacia el sector de las telecomunicaciones (en especial Televisa y, fuera del lapso del estudio, Clarín en su fusión con Telecom), pero con una participación acotada a su territorio de origen”, indican los investigadores.

Los riesgos que conlleva la concentración para la libertad de expresión, en particular para la pluralidad de voces han sido ampliamente señalados tanto por la Relatoría Especial para la Libertad de Expresión (RELE) de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) como por UNESCO.

En su Informe Anual 2018, la RELE- CIDH advirtió que la concentración de medios y falta de independencia de organismos reguladores son problemas para la diversidad y el pluralismo en la región. En este sentido, recomendaba “adoptar medidas legislativas y de otra índole que sean necesarias para garantizar el pluralismo, incluyendo leyes que prevengan la existencia de monopolios públicos o privados y la concentración indebida o excesiva de los medios de comunicación”.

Por su parte, un estudio de UNESCO sostiene que los marcos normativos en la región han tendido a fortalecer los mecanismos para garantizar la libertad para los medios de comunicación, sin embargo, los déficits en su implementación generan obstáculos para el ejercicio de la libertad de expresión.

Los riesgos de la concentración económica en el sector info- comunicacional no solo limitan la libertad de expresión sino las posibilidades de desarrollo económico inclusivo en la región, tal como lo ha demostrado un estudio de la CEPAL.

“Lo que se observa en el mundo, y también en la región, es la consolidación de grandes empresas conocidas como “superestrellas” cada vez más concentradas, que absorben a pequeñas emprendedoras, reducen la posibilidad de que esos grandes avances tecnológicos se traduzcan en mayor productividad y oportunidades de empleos de mejor calidad y remuneración acordes con las necesidades de la nueva era tecnológica”, señala el estudio de CEPAL “Política de competencia y convergencia de sectores. Tecnologías de la información y financieras”. (FUENTE: OBSERVACOM)