Después de BlackRock, llega JPMorgan Chase con anuncios de desinversión en combustibles fósiles

27.02.2020 | Inversores

La empresa financiera JPMorgan Chase anunció en su reunión de accionistas que, además de continuar apoyando la transición a una economía baja en carbono, ya no proporcionará préstamos, mercados de capitales o servicios de asesoramiento a empresas vinculadas a los combustibles fósiles. Este anuncio levantó críticas de organizaciones de inversores activistas por no ser lo suficientemente ambiciosas frente a sus responsabilidades como el mayor banco inversor en combustibles fósiles. 


El anuncio se produce inmediatamente después de iniciativas similares de Goldman Sachs y BlackRock, y en respuesta a la presión de accionistas que cuestionaban a JPMorgan por financiar la industria fósil.  

Durante su reunión anual de inversores, JPMorgan Chase anunció una nueva política de cambio climático que anuncia desinversiones en empresas que obtienen sus ingresos de la extracción de carbón, en compañías que perforan en el Ártico para desarrollar proyectos fósiles. Este anuncio se produjo en luego de que se filtrara a la prensa un informe de dos economistas del banco advirtiendo que "el cambio climático podría producir resultados catastróficos".

En un comunicado, la firma explica que toma estas medidas para "abordar el cambio (…) y respaldar la demanda del mercado y la transición a fuentes de energía más limpias, por ello la empresa está ampliando las restricciones financieras para ciertas actividades”.

Las restricciones incluyen:
- No proporcionar préstamos, mercados de capitales o servicios de asesoramiento a empresas que obtienen la mayoría de sus ingresos de la extracción de carbón, y para 2024, eliminar gradualmente la exposición crediticia restante a dichas empresas;
- No proporcionar financiamiento de proyectos u otras formas de financiamiento de activos específicos donde los ingresos se utilizarán para desarrollar una nueva o refinanciar una central eléctrica a carbón existente, a menos que esté utilizando tecnología de captura y secuestro de carbono; y
- No proporcionar financiamiento para proyectos u otras formas de financiamiento para activos específicos donde los ingresos se utilizarán para nuevos desarrollos de petróleo y gas en el Ártico.

JPMorgan Chase enmarca esta nueva decisión en los dos compromisos de sostenibilidad asumidos en 2017: facilitar 200 mil millones de dólares en financiamiento limpio para 2025 y obtener energía renovable para el 100 % de sus necesidades mundiales de energía para 2020. La firma espera que ambos objetivos se alcancen para el final de 2020.

Otras medidas anunciadas se relacionan con el lanzamiento de la Institución de Financiación para el Desarrollo J.P.Morgan, que se enfocará en aumentar las finanzas para los países en desarrollo, además de, entre otros objetivos, establecer un grupo de Soluciones Ambientales, Sociales y de Gobierno (ESG) para asesorar a los clientes sobre la reducción de sus emisiones de carbono y responder a un mayor interés en ese tipo de inversiones.

Al respecto, el Jefe de Campañas de Finanzas de la organización activista 350.org, Brett Fleishman, dijo sobre el anuncio del banco: "Seamos claros, JPMorgan Chase es el mayor banquero de combustibles fósiles. Como tal, tiene la responsabilidad única entre los bancos del sector privado de reducir drásticamente sus finanzas fósiles, y el anuncio de hoy no fue eso. Deberíamos leer esto como una señal de que Jamie Dimon y los ejecutivos de Chase sienten la presión pero no basta”.

Para la organización que nuclea inversores, la nueva política de JPMorgan Chase no se acerca en nada a las mejores prácticas mundiales porque, aunque restringe el financiamiento directo para las nuevas plantas de carbón, no logra restringir el financiamiento para las compañías detrás de ellos. Además, al centrarse solo en el carbón y el petróleo del Ártico, el banco aún puede seguir invirtiendo miles de millones de dólares cada año en otras partes de la industria de los combustibles fósiles, incluidos fracking, tuberías, arenas bituminosas y terminales de gas licuado.

Otros cuestionamientos indican que la nueva restricción al financiamiento del banco solo lleva para compañías que tienen más del 50% de extracción de carbón. “Esto representa menos del 0.6% de sus préstamos totales de $ 196 mil millones al sector, en los últimos tres años. Este vacío legal le permite al banco continuar financiando algunos de los mayores conglomerados mineros del carbón que obtienen menos de la mitad de sus ingresos del carbón”, agrega Fleishman.

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