A continuación reproducimos algunos de los fragmentos destacados:

• La comida es parte de cada uno de nosotros. Nuestra comida cuenta un punto de vista sobre el mundo, un sentido en la vida. Pero hemos perdido este significado.
   
• Sabemos que el sistema mundial de alimentos industriales hizo milagros para ampliar el acceso a los alimentos y reducir el hambre. Pero está llegando a sus límites. Somos la primera generación que vivimos conscientemente con ellos: la obesidad y la desnutrición. Desperdicio de comida y agua. Degradación del suelo. Cambio climático. Trabajo forzado. Falta de empoderamiento de las mujeres. La soledad de los agricultores. Las multitudes de migrantes. Todos ellos son temas interconectados y relacionados con el hecho de que el sistema alimentario ha desconectado a las personas de sus alimentos. Muchos niños, e incluso adultos, ni siquiera saben el vínculo entre la carne y los animales, entre las frutas y los árboles. Y empezamos a darnos cuenta de que esto es un problema.
   
• Viajando por el mundo, me encontré con un número creciente de personas que ahora realmente quieren saber de qué están hechos sus alimentos, cómo se cultiva, cómo se prepara. Y lo más importante: quién está detrás de las marcas de alimentos.
   
• También me reuní con personas que inventan nuevas maneras de proteger los suelos, ahorrar agua, desarrollar soluciones de agricultura sostenible. Con pioneros de la agricultura urbana, de interrupción digital fomentando la innovación alimentaria. La gente inventando nuevas recetas, nuevas formas de entregar, compartir alimentos y reducir los residuos. Personas de todas las generaciones, de todos los países, que reconectan los puntos, re-sincronizando los ciclos de los alimentos. Todos ellos contribuyen a un movimiento que llamamos la "Revolución Alimentación" en busca de este significado perdido.
   
• Obviamente, hay muchas cosas en Danone que no estamos haciendo bien todavía. Que todavía no sabemos cómo hacerlo mejor. Así que soy plenamente consciente de que no somos perfectos, y nunca lo seremos. Pero nuestra intención, mi compromiso es sin embargo inequívoca. Nuestra promesa de convertirnos en una B-Corp, anunciada a nuestros accionistas en abril, es consistente con esta visión.
   
• Ahora es el momento en que aquellos que se atreven a creer que la soberanía alimentaria debe ser el objetivo de esta industria - como Danone y muchos otros – deberíamos ser catalizadores de cambio para que las personas se vuelvan a conectar con sus alimentos. Porque la alimentación es un derecho humano. Y como directores ejecutivos, como líderes, tendremos la responsabilidad de ajustar el funcionamiento de nuestras empresas, la manera en que nuestras marcas interactúan con sus comunidades.
   
• Todos juntos podemos ser colectivamente recordados como la generación que aprovechó su experiencia acumulada, su acceso a la tecnología disruptiva, su inteligencia colectiva para crear una soberanía alimentaria verdadera y duradera para nuestro mundo... Y juntos, una generación entera, seremos conocidos como Generación de los Alimentos.

La carta original se puede ver pulsando aquí.