El impacto del coronavirus en las cadenas de suministro globales

05.03.2020 | Cadena de valor

La presencia del coronavirus COVID-1 ya ha causado una pérdida estimada en 50.000 millones de dólares a la economía mundial.


El coronavirus ha puesto en alerta a grandes multinacionales como Apple, Samsung o Huawei, y fuera del sector tecnológico a empresas como Coca-Cola, Nike, entre otras, que temen que los parones impuestos como medida cautelar a la expansión del coronavirus puedan afectar a sus cadenas de suministro, dependientes de un sistema global. De hecho, la globalización es, junto a la volatilidad del mercado y la creciente exigencia de los consumidores, el factor que más complica el proceso de producción, según el informe El desafío actual de la cadena de suministro elaborado por BDO, una de las mayores organizaciones globales de servicios profesionales.

A nivel mundial, las industrias que fabrican textiles, bienes de alta tecnología y artículos para el hogar son las que verían más afectada su cadena de suministro, según datos aportados Euromonitor International. La industria textil tuvo un 54 % de participación de la producción mundial en China en 2018, la de productos de alta tecnología un 46 % y la de artículos para el hogar un 35 %.

Para Sergio Esteve, director de Consultoría de BDO: “Concretamente en España, el 9 % de las importaciones que se realizan llegan desde China (26.908 millones de euros en 2018), según datos del ICEX, por lo que parece inevitable que las empresas españolas se vean afectadas y obligadas a variar temporalmente su cadena de suministro”.

Entre los sectores que podrían verse más afectados en la industria española encontramos el sector de la automoción, el textil, el petroquímico e incluso el sector juguetero, por lo que empresas como Gestamp, Inditex o Repsol podrían ver afectados sus procesos.

BDO establece una serie de pasos que pueden implementar las empresas tras identificar el riesgo en sus cadenas de producción con el objetivo de mitigar las consecuencias. En primer lugar, es necesario entender el comportamiento de los modelos disruptivos aplicados a la cadena de suministro y establecer el punto temporal en el que se encuentra la irrupción súbita. A continuación, habría que estimar el impacto inicial derivado de la disrupción para modelar las próximas acciones y evitar daños mayores.

Según BDO, una vez evaluado el impacto inicial y entendido el calado de la situación, el gestor de la cadena de suministro deberá preparar a la organización para la recuperación. Esto puede implicar la búsqueda y homologación de nuevos proveedores, encontrar modos de transporte alternativos, determinar qué referencias están disponibles y vender productos construidos a partir de esas referencias.

Las organizaciones dependientes de cadenas de suministro internacionales, además, deberán solucionar otros problemas, como los tiempos de respuestas deficientes o los modelos de cumplimiento ineficientes, tal y como explica el informe de BDO.

El documento recoge otros desafíos como la falta de visibilidad de la cadena de suministro que impide una planificación precisa, la priorización en la resolución de incidencias que no permite una métrica del desempeño global, la tecnología inflexible que no se adapta a los nuevos tiempos y la falta de transversalidad funcional que permita una evaluación de impactos financieros no segmentados como desafíos de las industrias.

Asimismo, un estudio presentado en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), informa que la presencia del coronavirus COVID-19 en China ha provocado una contracción del 2% en la producción manufacturera del país durante el último mes y ha causado ya una pérdida estimada en 50.000 millones de dólares a la economía mundial.

La súbita desaceleración de la actividad económica china debida a las medidas implementadas para la contención del coronavirus coloca su producción en este momento en el nivel más bajo desde 2004, con consecuencias mundiales que han llevado a los bancos centrales de varios países industrializados a bajar sus tasas interés en días recientes para afrontar el embate, estimular la economía y contrarrestar el pánico en los mercados financieros, que registran una caída continua en este periodo.

El estudio explica que con la globalización económica de hoy, cualquier alteración en China se extendería fuera de sus fronteras incluso si el brote de COVID-19 se contuviera en el país. Su papel de proveedor de múltiples suministros para empresas en todo el mundo afecta irremediablemente las cadenas de valor regionales en Europa, América y Asia del Este.

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