¿Qué balance hace de estos 15 años de CERES como organización promotora de sostenibilidad? ¿Cuáles fueron los principales hitos de ese tiempo?

El Balance es muy positivo,aunque aún hay mucho camino que recorrer, las empresas o mejor dicho los empresarios, están compendiendo que la sostenibilidad no es una moda, sino un modelo de gestión empresarial que genera valor a las empresas, pero sobre todo a la sociedad, a los públicos de interés y al ambiente.

Como hitos podría destacar que nuestra Red ha crecido en más de un 300%, lo que significa que cada vez más organizaciones se comprometen con la sostenibilidad. Nuestro posicionamiento no solo se ha fortalecido a nivel nacional, sino también intenacional.

Hemos impulsado la creación de una Ordenanza Municipal, en Quito, que promueve la Responsabilidad Social, impulsado la ecomomía circular, creado una escuela de la sostenibilidad, entre muhos otros.

¿Cómo evaluaría el nivel de avance de la agenda del desarrollo sostenible en Ecuador? ¿Qué rol ha tenido el sector privado en este camino?

La agenda de desarrollo sostenible ha sido incorporada en la política pública mediante un decreto presidencial, por lo tanto esto muestra el interés de concentrar los esfuerzos de todos sobre esta agenda para toda la formulación de iniciativas e impulso del trabajo de la sostenibilidad en los sectores del Ecuador.   

Aun así el sector privado ha sido el principal catalizador de las acciones con resultados visibles en lo que corresponde a Objetivos de Desarrollo Sostenible, desde un rol transformador en todas sus etapas y sectores productivos y de servicios, es así que el sector privado ha aportado con el mayor número de iniciativas de cumplimento País: el 27% de acuerdo al Informe ODS Ecuador. 

El involucramiento pragmático de estos sectores dan como resultado que el país actualmente disponga de las herramientas suficientes para incidir en el camino de la agenda global, desde el acceso a crédito verde hasta la ejecución de proyectos de uso y consumo responsable, el sector privado conoce cual es su accionar y deber frente a la sociedad, y ha venido actuando de acuerdo a principios de RSE, teniendo su aporte significativo a nivel local.

¿En qué dimensión de la agenda se ha avanzado más y cuál es para CERES el principal desafío pendiente que tiene Ecuador en esta materia?

El Ecuador ha desarrollado varios espacios de diálogo multisectorial con el fin de identificar como se ha avanzado en la implementación de iniciativas, políticas públicas y proyectos en el marco del cumplimiento de los ODS.

Existen áreas de mayor atención por parte del gobierno y otras que se debe fortalecer, como es el caso del componente ambiental y climático en todos los sectores productivos y de servicios del país, es por ello que el desafío es para el sector público con la agilidad y articulación de políticas que posibiliten a los actores privados acceder a beneficios y ser parte de mecanismos de conservación y captura de carbono.

Así también eso pone en el sector privado la oportunidad y el desafío de ser parte de acciones en áreas de deforestación y trabajo puntual y claro en lo que respecta a involucramiento de las comunidades afectadas.

Esto posibilita a que el mercado local pueda acceder a certificaciones ambientales internacionales que por un lado traen beneficios para la productividad local y por otro el país estaría siendo activo en la consecución de la agenda 2030.

¿Cómo ha trabajado CERES en apoyo del sector privado? 

CERES iniciando con una planificación estratégica con visión, ha desarrollado las líneas de trabajo especificas en todos los aspectos importantes de las sostenibilidad, es así que en el área ambiental dispone de iniciativas, proyectos y trabajo con el sector privado bajo la línea de Ambiente y Desarrollo, donde los actores privados se han visto beneficiados a más de un fortalecimiento de capacidades, en la posibilidad de desarrollar proyectos que garantizan una generación de valor interna para las organizaciones que han iniciado con este trabajo. Proyectos entre los más importantes de energía renovable fotovoltaica, eficiencia energética, huella de carbono, economía circular y muchos otros específicos de acceso a certificaciones locales ambientales y técnicas.

CERES busca desde su inicio el trabajar por un Ecuador sostenible y por ello ha sido merecedor de la ejecución de un proyecto con fondos internacionales del PNUMA que aportan a las organizaciones y todo el conglomerado de la sociedad. 

¿Qué mirada tiene la organización sobre industrias críticas en la historia reciente de Ecuador como la minera, la petrolera y las agroganaderas? 

CERES no puede dejar de lado el trabajo con ningún sector en búsqueda de la sostenibilidad, todos debemos formar parte de un Ecuador más justo, equitativo y que responda a cumplimientos ambientales exhaustivos. Es por ello que conscientes de la sensibilidad política y socioambiental de industrias extractivas, consideramos que el trabajo en estos sectores debe ser aun mayor, desde la misma reportería y transparencia de las acciones, hasta la incorporación de criterios de eficiencia y responsabilidad. En el marco de las nuevas oportunidades se identifican que estas organizaciones pueden ser catalizadores de acciones locales y puedan involucrarse en generación de nuevos proyectos que responsan a un cambio de paradigma en el extractivismo.

¿Cómo han observado la evolución de la agenda en América Latina desde CERES todos estos años? 

La agenda 2030 ha tomado mucha fuerza en los últimos años en Latinoamérica, cada año vemos que la importancia de incluir a los Objetivos de Desarrollo Sostenible dentro de la gestión de las empresas de toda índole va en aumento. Todavía queda un largo camino por recorrer, pues los países de la región tienen problemas más profundos; sin embargo, la importancia de las alianzas público-privadas son muy importantes para alcanzar los objetivos de la agenda. Cada vez toman mayor fuerza, así como varios organismos internacionales que han incorporado varias áreas temáticas en este contexto de desarrollo, como educación, la salud, el desarrollo sostenible, el cambio climático, el acceso y el uso de tecnologías de la información y la comunicación, además de la prevención posdesastre y reconstrucción y la igualdad de género en donde se considera necesario estas alianzas para fortalecer el desarrollo económico y la innovación en países en vías de desarrollo.

¿Qué relevancia tiene la Amazonia para el desarrollo sostenible en nuestra región y en Ecuador?

La amazonia es una región de gran importancia para alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible en la región, el trabajo en conjunto con varios actores locales e internacionales han ayudado a que la Amazonia pueda ser cada día más sostenible; la importancia de esta región para el desarrollo sostenible sudamericano impulsó la elaboración del informe La Amazonía y la Agenda 2030, donde se proyecta el plan de trabajo dentro de la región para los próximos 15 años. 

El documento, elaborado por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), centra su atención en cinco puntos: sostenibilidad; alianzas público-privadas; inclusión de las comunidades indígenas; inversión verde, intercambio de conocimientos. A través de estos ejes, PNUD propone una agenda en la cual se pongan en marcha proyectos que tengan un nulo o mínimo impacto en el ecosistema amazónico.

- ¿Qué mirada tienen sobre el futuro del desarrollo sostenible en la región y en Ecuador, teniendo en cuenta el marco de los ODS y el impacto de la pandemia? 

La sostenibilidad es una tendencia que viene con mucha fuerza para la región y el país, la pandemia global del COVID-19, al afectar de manera tan rápida e indiferenciada, sacó a la luz graves problemas en el sistema económico mundial, respuestas deficientes del Estado y el sector privado. Sin embargo, ante las fallas estructurales también se demostró que un sector privado responsable ante su comunidad y sus acreedores puede brindar un balance y respuestas efectivas en una crisis como la emergencia sanitaria.

Es así como varias empresas, a través de programas de responsabilidad social y acciones de sostenibilidad, han logrado solucionar las necesidades inmediatas generadas por el coronavirus; lo cual no solo reforzó su importante rol en la sociedad sino también su capacidad de respuesta y efectividad al corto plazo, en donde quedo evidenciado que la sostenibilidad es un modelo que llego para quedarse y que el trabajo en conjunto con varios actores para posicionarla es inevitable.

El trabajar en alcanzar los objetivos y definir hojas de rutas con miras al futuro, ayudarán a que como países podamos seguir creciendo de manera sostenible y generando impactos positivos para sobrepasar las consecuencias de la pandemia y los eventos que vendrán a futuro.